Isaías 40, 3-5

Una voz* clama: «Abrid en el desierto un camino a Yahvé, trazad en la estepa una calzada recta a nuestro Dios*. Que todo valle sea elevado, y todo monte y cerro rebajado; que lo escabroso se vuelva llano, y las breñas, planicie. Se revelará la gloria de Yahvé, y toda criatura a una la verá. Pues la boca de Yahvé ha hablado.»
Ver contexto