Jeremías  44, 17

sino que cumpliremos concienzudamente cuanto tenemos prometido, que es quemar incienso a la Reina de los Cielos* y hacerle libaciones, como venimos haciendo nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros dignatarios en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que nos hartábamos de pan, éramos felices y ningún mal nos sucedía.
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