Jueces 14, 15-18

Al cuarto día* dijeron a la mujer de Sansón: «Convence a tu marido para que nos descifre la adivinanza, si no, te quemaremos a ti y a la casa de tu padre. ¿O es que nos habéis invitado para robarnos?» La mujer de Sansón se puso a llorar a su lado, y dijo: «Tú me odias; seguro que no me amas, pues has propuesto una adivinanza a mis paisanos y no has sido capaz de descifrármela.» Él le respondió: «Ni a mi padre ni a mi madre se la he descifrado, ¿y te la voy a descifrar a ti?» Ella no dejo de llorar a su lado los siete días que duró la fiesta. Por fin el séptimo día se la descifró, porque lo tenía asediado. Y ella se la descifró a sus paisanos. El séptimo día, antes que entrara en la alcoba*, la gente de la ciudad dijo a Sansón: «¿Qué hay más dulce que la miel, qué más fuerte que el león?» Él les respondió: «Si no hubierais arado con mi novilla, no habríais acertado mi adivinanza.»
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