Lucas 1, 19-26

El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está al servicio de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte* esta buena noticia. Mira, por no haber creído mis palabras, que se cumplirán a su tiempo, vas a quedar mudo, y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas.» La gente, que estaba esperando a Zacarías, se extrañaba de que se demorara tanto en el Santuario. Cuando salió no podía hablarles*, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario. Les hablaba por señas y permaneció mudo. Una vez cumplidos los días de su servicio, volvió a su casa. Días después, concibió su mujer Isabel y estuvo durante cinco meses recluida. Entre tanto, pensaba: «El Señor ha hecho esto por mí cuando ha tenido a bien quitar mi oprobio entre la gente*.» Al sexto mes* envió Dios el ángel Gabriel a un pueblo de Galilea, llamado Nazaret,
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