Lucas 11, 39-52

Pero el Señor le dijo*: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! El que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis* y entonces todo será puro para vosotros. Pero, ¡ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar, aunque sin omitir aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y que os saluden en las plazas! ¡Ay de vosotros!, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo*.» Uno de los legistas le respondió: «¡Maestro, diciendo estas cosas también nos injurias a nosotros!» Pero él dijo: «¡Ay también de vosotros, legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos! «¡Ay de vosotros!, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron. Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros les erigís monumentos*. «Por eso dijo la Sabiduría de Dios*: Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los matarán y perseguirán, para que se le pida cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se le pedirá cuentas a esta generación. «¡Ay de vosotros, legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! Vosotros no habéis entrado, y se lo habéis impedido a los que están entrando.»
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