Lucas 13, 34-35

«¡Jerusalén, Jerusalén!, la que asesina a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina a su pollada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, vuestra casa va a quedar desierta. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»
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