Lucas 21, 34-36

«Cuidad que no se emboten vuestros corazones por el libertinaje, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá* sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo, para que tengáis fuerza, logréis escapar y podáis manteneros en pie delante del Hijo del hombre.»
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