Salmos 102, 24-28

[[25]] Me dije: ¡Dios mío, en la mitad de mis días no me lleves, tú, que vives por generaciones! [[26]] Desde antiguo fundaste la tierra, los cielos son obra de tus manos; [[27]] ellos pasan, mas tú permaneces, todos como ropa se desgastan, serán como vestido que se muda. [[28]] Mas tú eres el mismo, no tienen fin tus años. [[29]] Los hijos de tus siervos tendrán una morada, su descendencia subsistirá en tu presencia.
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