Eclesiástico 45, 18-20

Unos extraños confabularon contra él y le cogieron envidia en el desierto: los hombres de Datán y Abirón, la banda enfurecida de Coré. El Señor lo vio y se irritó, y los destruyó con el ardor de su ira. Hizo prodigios contra ellos, y los consumió con su fuego ardiente. Aumentó la gloria de Aarón y le concedió una heredad; le otorgó las primicias de los frutos y, sobre todo, pan en abundancia.
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