Eclesiástico 45, 23-24

Pinjás, hijo de Eleazar, es el tercero en gloria, porque se mostró fiel en el temor del Señor. Cuando el pueblo se rebeló, él se mantuvo firme, con espíritu noble y valiente, y así obtuvo el perdón para Israel. Por eso el Señor hizo con él una alianza de paz y le designó jefe del santuario* y de su pueblo. De este modo él y su descendencia recibieron la dignidad del sumo sacerdocio para siempre.
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