Deuteronomio  24, 1-4

»Si uno se casa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, le escribirá el acta de divorcio, se la entregará y la echará de casa. Ella después que haya abandonado la casa, podrá casarse con otro, pero si el segundo marido también la aborrece, y le escribe el acta de divorcio, despidiéndola de su casa, o bien este segundo marido muere, el primer marido, que la despidió, no podrá casarse otra vez con ella, porque está contaminada; sería una abominación ante el Señor, y tú no puedes manchar con un pecado la tierra que el Señor, tu Dios, va a darte en herencia.
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