Lucas 21, 5-19


Discurso escatológico: destrucción del templo
Mt 24,1-14; Mc 13,1-13

A unos que elogiaban las hermosas piedras del templo y la belleza de su ornamentación les dijo: – Llegará un día en que todo lo que ustedes contemplan será derribado sin dejar piedra sobre piedra. Le preguntaron:
– Maestro, ¿cuándo sucederá eso y cuál es la señal de que está para suceder? Respondió:
–¡Cuidado, no se dejen engañar! Porque muchos se presentarán en mi nombre diciendo: Yo soy; ha llegado la hora. No vayan tras ellos. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se asusten. Primero ha de suceder todo eso; pero el fin no llega en seguida. Entonces les dijo:
– Se alzará pueblo contra pueblo, reino contra reino; habrá grandes terremotos, en diversas regiones habrá hambres y pestes, y en el cielo señales grandes y terribles. Pero antes de todo eso los detendrán, los perseguirán, los llevarán a las sinagogas y las cárceles, los conducirán ante reyes y magistrados a causa de mi nombre, y así tendrán la oportunidad de dar testimonio de mí. Háganse el propósito de no preparar su defensa; yo les daré una elocuencia y una prudencia que ningún adversario podrá resistir ni refutar. Hasta sus padres y hermanos, parientes y amigos los entregarán y algunos de ustedes serán ajusticiados; y todos los odiarán a causa de mi nombre. Sin embargo no se perderá ni un pelo de su cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
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