Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
8. Discurso de Bildad.
E l segundo interlocutor, Bildad, de Suaj, abunda en las mismas ideas tradicionales de Elifaz: Dios obra siempre con justicia; por tanto, las calamidades vienen por algún pecado. En primer lugar, en el caso presente, Dios castigó los pecados de los voluptuosos hijos de Job. Los impíos no pueden prosperar. Al contrario, si Job se vuelve a Dios y concilla su amistad, volverá a nadar en la prosperidad en proporciones superiores a la anterior pérdida. El razonamiento, pues, de Bildad apenas da un nuevo enfoque del problema; es todo lo que da de sí la sabiduría antigua sobre el problema, como él mismo declara. El lenguaje de este amigo de Job es más vehemente que el del anterior y tiene menos consideración con el dolorido Job. Las palabras desorbitadas de éste le han impulsado a hablar con demasiada crueldad.
Dios es siempre justo (1-7).
1
Tomó la palabra Bildad, suhita, diciendo: 2
¿Hasta cuándo vas a hablar así y serán las palabras de tu boca cual viento impetuoso? 3
¿Acaso tuerce Dios el derecho? ¿Puede el Omnipotente pervertir la justicia? 4
Si pecaron tus hijos contra El, ya han pagado por sus faltas. 5
Pero tú, si recurres a Dios e imploras al Omnipotente, 6
si fueres puro y recto 2
, desde ahora velará sobre ti, y restaurará la morada de tu justicia, 7
y la anterior fortuna resultará pequeña, pues grande ha de ser tu futuro. Los desahogos de Job son intolerables, fruto de su vehemencia, y, por tanto, debe ser más comedido, ya que está poniendo en entredicho la justicia del mismo Dios. ¿Puede Dios torcer el derecho, El que es la rectitud misma? El patriarca Abraham, al pedir perdón por los sodomitas en razón de los justos que había en la ciudad maldita, arguye de este modo: El Juez de la tierra toda, ¿no va a hacer justicia?3 Es justamente la base de la argumentación de Bildad: el Omnipotente no puede pervertir la justicia (v.3). Una de las ideas más básicas en la teología del A.T. es que Dios gobierna el mundo no como una fuerza ciega, sino conforme a los módulos de justicia y misericordia 4. No puede sobreponerse a estas sus exigencias connaturales con su esencia misma de Dios santo.
Despiadadamente, Bildad le declara a Job que sus hijos han muerto por sus pecados, pero que a Job le resta volverse suplicante a Dios para que le releve de la angustiosa situación actual. La bendición de Dios recaerá sobre él en tal forma, que llegará a ser más próspero que antes. Volverá Dios a velar sobre él, haciendo objeto de una especial providencia protectora, de modo que sea compensado de sus anteriores infortunios, que es justamente lo que ha de ocurrir al cerrarse el drama del libro de Job.
Los impíos no pueden prosperar de modo definitivo (8-19).
8
Pregunta, si no, a las generaciones precedentes, atiende a la experiencia de los padres. 9
Nosotros somos de ayer y no sabemos nada, porque son una sombra nuestros días sobre la tierra. 10
¿No te enseñarán ellos, no te hablarán y de su corazón sacarán palabras? 11
¿Puede crecer el papiro fuera de las lagunas? ¿Puede el junco prosperar donde no hay agua? 12
Verde aún, sin que nadie le corte, se seca antes que cualquier otra hierba. 13
Tal es la suerte de los que se olvidan de Dios, y la esperanza del impío se desvanecerá. 14
Su confianza no es más que un hilo 5
, y tela de araña su seguridad. 15
Se apoya sobre una casa que no se sostiene, se agarra a ella, sin que tenga consistencia. 16
Por lleno de jugo que estuviere a la faz del sol, extendiendo sus retoños en el huerto, 17
y sus raíces entrelazadas sobre un montón de piedras, viviendo en una casa de piedra, 18
en cuanto se le arranca de su sitio, éste le renegará: ¡Nunca te vi! 19
Helo aquí podrido sobre el camino, mientras otros brotan en su lugar 6
. Bildad habla al exponer su tesis, no tanto por propia experiencia cuanto haciéndose eco de una probada tradición; las generaciones precedentes, con sus ricas experiencias de la vida, son las maestras de las nuevas que surgen en la sociedad. Por ello invita a Job a que se documente en el sentir del pasado, que siempre ha dicho que las calamidades proceden de las transgresiones contra la ley divina. Como la vida del hombre es efímera somos de ayer , la experiencia de la generación presente no basta para gobernarse en la vida, y por ello debe interrogar a las pasadas (v.9).
Conforme a la ciencia de los antiguos, expresada en frases proverbiales, nadie puede vivir fuera de su ambiente, como el papiro no puede crecer fuera de la laguna. Le es tan necesaria el agua, que, aunque aparezca jugosa y verde, es el que menos resiste a los ardores del sol (v.12). Es el caso de los impíos, que pretenden prosperar en la vida sin recibir la protección benéfica de Dios (v.1s). En realidad, todo su éxito actual pende de un hilo, y es tan tenue y frágil como la tela de araña. No hay consistencia en la casa que tiene edificada (v.15).
El impío que prospera fuera de
la ley de Dios es como una planta que toma fuerza y echa raíces hasta entre las piedras; pero si se la arranca violentamente, no la reconoce ni el lugar donde estuvo: ¡nunca te vi! (v.18). Abandonada en el camino, se pudre, mientras otras retoñan en su lugar. Tal es la suerte del impío.
Conclusión: Dios protege al justo y castiga al impío (20-22).
20
Así, pues, Dios no rechaza al íntegro ni toma de la mano a los malvados. 21
Aún llenará tu boca de sonrisas y de júbilo tus labios. 22
Cubriránse de confusión tus enemigos, y no subsistirá la tienda de los malos. De todo lo dicho se desprende que Dios gobierna con sentido de equidad a los hombres, protegiendo al justo y abandonando al malvado. Esto se puede colegir de la experiencia de la vida, como declaran las antiguas generaciones. Para Job, pues, hay esperanza de rehabilitación, ya que podrá aún enfrentarse con un sonriente porvenir. La amargura actual es pasajera, si sabe acatar los designios del Omnipotente y se vuelve a El con espíritu suplicante y compungido. Es la misma tesis de Elifaz.
No hay más salvador que el mismo Dios, que le ha castigado. Si logra captar de nuevo la benevolencia del que todo lo puede, será de nuevo honrado ante la sociedad, mientras sus enemigos, que ahora le consideran como
maldito de Dios, serán llenos de confusión.
1 Lit. el TM: Los ha entregado a la mano de su transgresión. 2 Esto es considerado como glosa, porque recarga el ritmo. 3
Gen_18:25. 4 Véase P. Van Imschoot, Théologie de ? Anden Testament I (Tournai 1954) P-65-7I- 5 Así según la Bib. de Jér. 6 Así siguiendo la corrección de Dhorme y la versión de la Bib. de Jér.