II Macabeos 15, 39

Como el beber siempre vino o siempre agua es perjudicial, mientras que el mezclar vino y agua es agradable y proporciona grato deleite, así también la adecuada elaboración literaria de la narración agrada a los oídos de quienes por ventura dan con la obra. Y aquí pondremos punto final.
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