Ezequiel  26, 15-21

Así dice a Tiro el Señor Yahvéh: Al rumor de tu caída, cuando giman tus víctimas al realizarse la mortandad en medio de ti, ¿no temblarán las islas? Todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, se quitarán sus mantos, se despojarán de sus vestiduras recamadas, se vestirán con ropajes de luto, se sentarán en tierra, se estremecerán sin descanso y estarán consternados por ti. Entonarán por ti una lamentación y te dirán: ¡Cómo has perecido, cómo has desaparecido de los mares, ciudad renombrada, la que era poderosa en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror en todo el continente! Ahora tiemblan las islas al ver tu caída; las islas del mar están aterradas por tu fin. Porque así dice el Señor Yahvéh: Cuando yo te convierta en ciudad devastada, como las ciudades despobladas; cuando levante sobre ti el océano y te cubran las aguas caudalosas, entonces te haré bajar con los que bajan a la fosa, con los hombres de otro tiempo; te obligaré a residir en el país de los abismos, entre ruinas sempiternas, con los que bajan a la fosa, para que no vuelvas a ocupar un lugar en el país de los vivos. Te infundiré terrores espantosos, y no existirás más; te buscarán, pero nunca jamás serás encontrada - oráculo del Señor Yahvéh -.
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