Gálatas 4, 5-7

para que liberase a los que estaban bajo la ley, y así pudiéramos recibir la adopción filial. Y prueba de que sois hijos es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «Abba! ¡Padre!» Así que ya no eres esclavo, sino hijo, y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
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