Hebreos 8, 6-13

Pero ahora él ha obtenido un ministerio tanto más excelente, cuanto que es también mediador de una alianza mejor, la cual ha sido legalmente constituida en virtud de mejores promesas. Porque, si aquella primera alianza fuera perfecta, no se buscaría lugar para una segunda. Por eso, reprendiéndoles, dice Dios: «Mirad que llegarán días -dice el Señor- en que llevaré a cabo una nueva alianza con la casa de Israel, y la casa de Judá. No será como aquella alianza que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Porque ellos no permanecieron en mi alianza también yo me desinteresé de ellos -dice el Señor- Esta será la alianza que yo concertaré con la casa de Israel, después de aquellos días -dice el Señor-: Mis leyes pondré en su conciencia y las grabaré en su corazón; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Nadie tendrá que instruir a su conciudadano ni nadie tendrá que enseñar a su hermano, diciéndole : Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor. Porque seré indulgente con sus maldades, y de sus pecados no me acordaré jamás» (Jer 31,3 1-34) Al decir alianza nueva, declara caducada la primera. Ahora bien, lo caducado y envejecido está a punto de desaparecer.
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