Genesis 7, 18-23

Crecieron las aguas y se multiplicaron mucho sobre la tierra, y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas. Fueron aumentando cada vez más las aguas sobre la tierra, y cubrieron los montes más altos que hay debajo de todos los cielos. Las aguas subieron quince codos por encima de los montes, y quedaron éstos totalmente cubiertos. Toda carne que se movía sobre la tierra pereció: aves, ganados, animales salvajes y todo ser que pulula sobre la tierra, y todo hombre. Todo lo que tenía hálito de espíritu de vida en sus narices, de cuanto existía en la tierra firme, murió. Así fueron exterminados todos los seres existentes sobre la haz de la tierra, desde el hombre a la bestia, y los reptiles y las aves del cielo; todos fueron exterminados de la tierra, quedando sólo Noé y los que estaban con él en el arca.
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