Marcos 13, 5-23

Jesús entonces comenzó a decirles: «Mirad que nadie os engañe. Muchos vendrán amparándose en mi nombre, y dirán: "Soy yo", y engañarán a muchos. Pero, cuando oigáis fragores de guerras y noticias de guerras, no os alarméis. Eso tiene que suceder, pero todavía no es el fin. Efectivamente, se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambres. Eso será comienzo del doloroso alumbramiento. Pero vosotros estad sobre aviso: Os entregarán a los tribunales del sanedrín, seréis azotados en las sinagogas, y tendréis que comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa, para dar testimonio ante ellos. Pero primero, el Evangelio tiene que ser predicado a todos los pueblos. Y cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis de antemano de lo que habéis de decir, sino que aquello que se os dé en aquel momento, eso diréis. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu Santo. Y entregará a la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo, y los hijos se levantarán contra sus padres y les darán muerte; y seréis odiados por todos a causa de mi nombre. Pero quien se mantenga firme hasta el final, éste se salvará. Cuando veáis que la abominación de la desolación ha sido instalada donde no debe -entiéndalo bien el que lee-, entonces, los que estén en Judea huyan a los montes, y el que esté en el tejado no baje ni entre a recoger cosa alguna de su casa, y el que vaya por el campo, no vuelva hacia atrás para recoger su manto. ¡Ay de las que estén encintas y de las que estén criando en aquellos días! Rogad para que eso no sea en invierno. Porque serán aquellos días una tribulación, como no la ha habido semejante desde el principio de la creación que Dios creó hasta ahora, ni la habrá. Y si el Señor no abreviara aquellos días, nadie se salvaría; pero, en atención a los elegidos que él eligió para sí, abrevió esos días. Y entonces, si alguien os dice: "Mira aquí al Cristo" o "Míralo allí", no lo creáis; pues surgirán falsos cristos y falsos profetas que harán señales y prodigios, para engañar, si fuera posible, a los elegidos. Pero vosotros estad sobre aviso; de antemano os lo he dicho todo.
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