Romanos  1, 9-14

Porque Dios, a quien doy culto en mi espíritu anunciando el Evangelio de su Hijo, me es testigo de cuán incesantemente hago mención de vosotros, siempre, en mis oraciones, a ver cómo, por fin, se me allana alguna vez el camino para llegar hasta vosotros en la voluntad de Dios. Pues estoy anhelando vivamente veros, para comunicaros algún don espiritual con el que quedéis fortalecidos, o mejor, para que, en vuestra compañía, mutuamente recibamos aliento, por medio de la fe que nos es común tanto a vosotros como a mí. No quiero que ignoréis, hermanos, que muchas veces me propuse llegar hasta vosotros, para recoger también entre vosotros algún fruto, al igual que entre los demás gentiles; pero hasta ahora me ha sido imposible. Yo me debo tanto a griegos como a bárbaros, a sabios como a ignorantes;
Ver contexto