Romanos  12, 3-8

En virtud de la gracia que me ha sido otorgada, digo, pues, a cada uno de vosotros que nadie tenga de sí mismo estimación superior a la que debe tener, sino que se estime con moderación, según la medida de fe que Dios concedió a cada uno. Porque, así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero ninguno de éstos tiene idéntica función, así nosotros, aun siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero, por lo que a cada uno respecta, los unos somos miembros de los otros. Y teniendo como tenemos dones que difieren según la gracia que nos ha sido otorgada, si uno tiene el don de profecía, ejercítelo de acuerdo con la fe; si el de servir, que sirva; si el de enseñar, que enseñe; si el de exhortar, que exhorte; el que da, que dé con sencillez; el que preside, que lo haga con solicitud; el que practica la misericordia, que la practique con alegría.
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