Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
2. Nuevos Vaticinios Conminatorios.
Oráculo contra Moab (1-3).
1 Así habla Yahvé: Por tres pecados de Moab y por cuatro no revocaré yo (mi fallo). Por haber quemado los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos, 2 yo pondré fuego en Moab, que devorará los palacios de Queriyot, y Moab hallará la muerte en medio del estruendo, entre los clamores y los sonidos de la trompeta, 3 y extirparé de él a su juez, y con él haré morir a todos los príncipes, dice Yahvé. El crimen especial imputado a los moabitas es haber extremado su crueldad, quemando
los huesos del rey de Edom (v.1). Una vez más Yahvé castiga los crímenes cometidos contra naturaleza. No sabemos a qué hecho concreto alude el profeta, pero tampoco esta crueldad era insólita en la antigüedad 1. Yahvé vela por los postulados éticos primordiales de la sociedad humana, y por eso, en calidad de Juez supremo, envía el castigo merecido a los habitantes de Moab, que verán abrasados por el fuego
los palacios de Queriyot (v.2). Esta localidad aparece citada en la famosa estela del rey moabita Mesa, aunque no ha logrado ser localizada con certeza. Moab desaparecerá como nación en el fragor de la guerra, siendo su
juez o rey 2 extirpado, y sus príncipes entregados a la muerte.
Oráculo contra Jada (4-5).
4 Así habla Yahvé: Por tres pecados de Judá y por cuatro no revocaré yo (mi decisión). Por haber menospreciado la Ley de Yahvé y no haber guardado sus mandamientos, descarriándose por las mentiras tras las cuales se fueron sus padres, 5 yo pondré fuego a Judá, que devorará los palacios de Jerusalén. Los crímenes antes imputados a las naciones paganas eran transgresiones de la ley natural. Ahora la perspectiva de las acusaciones cambia al enfrentarse con las responsabilidades de Judá e Israel. Como pueblos elegidos que se han comprometido a cumplir las condiciones de un pacto, plasmado en la
Ley, se les reprocha su infidelidad a lo pactado (
no han guardado sus mandamientos, v.4). Dios tenía derecho a exigir más de ellos que de los otros pueblos, y por eso no los juzga conforme al código amplio del derecho natural, sino conforme a las estipulaciones positivas del Sinaí. Han abandonado a Yahvé, yéndose tras de
las mentiras (v.6)
? ídolos, siguiendo la conducta extraviada de sus antepasados. Por eso Yahvé los castigará también como a las naciones gentiles.
Su calidad de pueblo elegido, lejos de garantizar la impunidad, reclamará más severidad en el castigo divino.
Oráculo contra Israel (6-8).
6 Así habla Yahvé: Por tres pecados de Israel y por cuatrono revocaré yo (mi fallo), por haber vendido al justo por dinero, y al pobre por un par de sandalias. 7 Aplastan sobre el polvo de la tierra la cabeza de los pobres, y estorban el camino de los humildes 3, y van padre e hijo a la doncella 4, profanando mi santo nombre. 8 Sobre ropas tomadas en prenda se echan junto a un altar cualquiera, y beben el vino de los multados en la casa de su dios. Después de pasar revista a los pueblos de alrededor, Amos centra su predicación conminatoria en torno a Israel, o reino de Samaría. Y le echa en cara los atropellos sociales, cuya fustigación será la característica de este profeta, llamado el profeta socialista del A.T., precisamente por sus reivindicaciones sociales en favor de los humildes y los desvalidos. Las clases dirigentes de Israel son tan inconsideradas con éstos, que
venden al justo. por un par de sandalias (v.6), es decir, conculcan los derechos de los humildes por causas fútiles.
Estorban en lo que pueden
el camino o proyectos de los
humildes, haciéndoles la vida imposible, y tienen relaciones sexuales incestuosas
el hijo y el padre con la misma
doncella, quizá la esclava de servicio en la casa, conculcando de este modo las leyes elementales de Dios, con lo que estos actos adquieren el carácter de una
profanación del
nombre santo de Yahvé. Algunos autores ven en estas prácticas una alusión a las aberraciones sexuales que tenían lugar en los lugares de culto cananeo. En ese caso, la
doncella sería la hieródula del templo que se ofrecía a los devotos, y entonces se comprende mejor que tal práctica, denunciada por Amos, tuviera el carácter de una
profanación del
nombre de Yahvé (v.7), ya que se le daba un carácter religioso, y, en consecuencia, el pecado revestía una mayor gravedad. El contexto del v.8 parece avalar esta interpretación, pues se supone que los abusos en los lugares de culto estaban a la orden del día.
Según la ley mosaica5, si un pobre había empeñado su manto por no poder cubrir una deuda, debía devolvérsele antes de la puesta del sol para que pudiera pasar la noche. Los ricos de Samaría, según Amos, en vez de cumplir esta ley, utilizaban
las ropas tomadas en prenda como alfombras para sus orgías religiosas
junto a un altar cualquiera (v.8), bebiendo el
vino de los multados, es decir, el vino conseguido con las multas que imponían, en nombre de la supuesta justicia, a los pobres desvalidos que por necesidad tenían que vivir fuera de la ley. La frase
la casa de su dios se refiere a los lugares de culto de los dioses cananeos.
Ingratitud de los israelitas (9-16).
9 Yo exterminé ante ellos a los amorreos,altos como cedros y fuertes como encinas; destruí su fruto arriba, y abajo sus raíces. 10 Yo os saqué de la tierra de Egipto y durante cuarenta años os conduje por el desierto para que ocuparais las tierras de los amorreos. 11 Yo suscité profetas de entre vuestros hijos, y nazarees entre vuestros mancebos, ¿no es así, hijos de Israel? dice Yahvé. 12 Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis. 13 He aquí que haré crujir (el suelo) bajo vuestros pies, como lo hace crujir el carro sobrecargado de gavillas 6, 14 y el ágil será incapaz de huir, y al fuerte no le servirá de nada su fuerza, y el valiente no escapará con vida; 15 el arquero no resistirá, el de ágiles pies no escapará, el jinete no se salvará, 16 y el de más esforzado corazón entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Yahvé. La conducta infiel de Israel es incomprensible, puesto que Yahvé le ha protegido siempre de un modo particular cuando se afirmaba como nación, exterminando a los
amorreos o cananeos, que se oponían a su penetración en Canaán7; y de nada les sirvió su vigor y desmesurada estatura 8. Son comparados a un árbol al que se le han quitado sus frutos y raíces, de modo que no puede volver a reverdecer 9. Yahvé los ha exterminado para entregar a los israelitas la tierra de Ganaán como culminación de la protección que los dispensó al sacarlos de Egipto y conducirlos paternalmente por el desierto.
Es más, en su voluntad de ayudarles suscitó
profetas para que los adoctrinaran y fueran como los intérpretes de la voluntad divina en las vicisitudes difíciles de la vida 10, y escogió israelitas que se le consagraran con particulares votos como los
nazareos (v.13), que debían abstenerse de bebidas alcohólicas 11; pero el pueblo israelita obligó a los
nazareos a romper sus votos sagrados (v.13).
El voto de
nazareato era como una consagración a Dios. El ser infiel a los votos suponía, pues, una ofensa contra El. De ahí la gravedad de los israelitas, que obligaron a los
nazareas a no cumplir sus votos.
Por otra parte, lejos de reconocer la gracia que suponía el que Yahvé les enviara profetas, no quieren oír su predicación y los rechazan como importunos:
no profeticéis (v.12). En el fondo, pues, hay en estos recalcitrantes una rebeldía contra su Dios, ya que no quieren guiarse por sus preceptos y sus mensajeros los
profetas. Por eso el castigo no tardará en llegar:
he aquí que haré crujir (el suelo)
bajo vuestros pies. (v.13), es decir, Yahvé va a intervenir como un terremoto enviando la espada y la guerra; y todos se verán envueltos en el torbellino, sin que nadie pueda sentirse seguro; y hasta el mismo suelo se tambaleará y crujirá como
el carro sobrecargado de gavillas hace crujir (el suelo).
Nadie se librará cuando llegue la hora del castigo, pues hasta los más ágiles y fuertes caerán a la espada. Los mismos guerreros armados de arcos huirán despavoridos, dejando sus mantos (
desnudos )
al enemigo.
1 Cf.
2Re_23:16. 2 Cf.
Ose_7:7;
Ose_13:10, donde se llama
jueces a los altos gobernantes de un país. 3 Hoonacker prefiere corregir el texto y traduce: Aplastan sobre el polvo del suelo y en las encrucijadas de los caminos a los pobres. 4 Lit. el TM: un individuo y su padre. 5 Cf.
Exo_22:25.26;
Deu_24:12s. 6 Hoonacker prefiere traducir (siguiendo una etimología árabe): Yo haré que vuestros pies se estorben, como se embaraza el carro cargado de hierbas. Leahy: Yo haré que se balancee (el suelo) bajo vuestros pies, como se tambalea el carro sobrecargado de haces. 7 Cf.
Gen_48:22;
Deu_1:7;
Jue_1:34;
2Sa_21:2. Los
amorreos eran los habitantes de la zona sirio-fenicia (los Amuríu de las inscripciones cuneiformes). 8 Cf.
Num_13:33;
Deu_1:28. 9 En la inscripción del rey de Sidón Eschmunazar encontrarnos una frase similar: (el que viole la tumba) que no tenga raíces abajo ni fruto en lo alto. 10 Cf.
Deu_18:18. 11 Cf.
Num_6:1s; Jue 13;
1Sa_1:11.28.