Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
48. La Liberación de Israel, Obra de Yahve.
Este capítulo es como una recapitulación de la argumentación sobre las predicciones en los capítulos anteriores. Los hechos han demostrado que todo ha sucedido conforme a las predicciones de Yahvé. Israel no tiene excusa ante el cumplimiento de las profecías. La conquista de Babilonia por Ciro será un ejemplo de estas profecías. Suele dividirse el capítulo en cuatro partes: 1) las profecías de Yahvé en la historia (i-n); 2) anuncio de la conquista de Babilonia por Ciro (12-16); 3) la historia de Israel hubiera sido muy diferente si hubiera sido fiel a Yahvé (17-19); 4) invitación lírica a los exilados a salir de Babilonia (20-22). Este capítulo clausura otra gran sección del libro de Isaías.
Las predicciones antiguas (1-6).
1 Oíd esto, casa de Jacob, los que llevan el nombre de Israel, los salidos de las entrañas de Judá, los que juran por el nombre de Yahvé y celebran el Dios de Israel, pero sin verdad y sin justicia, 2porque llevan el nombre de la ciudad santa y se apoyan en el Dios de Israel, cuyo nombre es Yahvé de los ejércitos. 3Lo que ha pasado, ya ha tiempo lo predije, de mi boca salió. Yo lo hice oír, y de improviso obré, y todo se ha cumplido. 4Porque sabía que eres duro y es tu cerviz una barra de hierro, que tienes una frente de bronce. 5Yo te predije esto hace tiempo, antes de que sucediera te lo di a saber, para que no dijeras: Lo ha hecho mi ídolo; mi estatua, mi simulacro lo mandó. 6 Ya lo has oído, míralo todo ello, y ahora vosotros, ¿no lo anunciaréis? Los israelitas llevan un título honorífico,
el nombre de Israel (v.1), que es un verdadero timbre de gloria, ya que les recuerda el gran antepasado elegido y protegido por Yahvé (
Gen_32:29), y han salido
de las entrañas de Judá 1, gran antepasado de la tribu señora en Israel desde la implantación de la monarquía israelita. Sin embargo, tienen una conducta poco sincera y puramente formulista al jurar
en nombre de Yahvé y celebrarlo con los labios; pero esto no corresponde a su proceder en la práctica: sin
verdad y sin justicia (v.1). Además, se glorían de pertenecer a la
ciudad santa y de estar bajo el amparo del Dios
de Israel. Pero si esto es un timbre de gloria, es también
una exigencia moral y espiritual mayor. Por tanto, si la conducta de ellos no corresponde a su categoría superior entre los pueblos, la responsabilidad y el castigo deben ser mayores.
Después de esta introducción enfática y amenazadora, Yahvé vuelve de nuevo a su argumentación a base de las profecías antiguas cumplidas:
lo que ha pasado, ya ha tiempo lo predije (v.3) 2. Los israelitas son testigos de ello. Y todo esto es por la dureza y obstinación tradicional de Israel: sabía
que eres duro (v.4). Esta expresión ya tenía una antigua tradición en la literatura bíblica 3. Israel ha sido demasiado insensible a lo espiritual a través de la historia. Es la gran acusación de los profetas: es
tu cerviz una barra de hierro (v.4) 4; es desvergonzada, insolente:
tienes una frente de bronce 5.
Además, estas predicciones de Yahvé tenían un claro fin apologético ante su pueblo:
te lo di a saber para que no dijeras: Lo ha hecho mi ídolo (.6).
Israel tenía una propensión innata a la idolatría, y, a pesar de los portentos que constantemente veía en su historia, debidos a Yahvé, por instinto los atribuía a sus ídolos favoritos, más condescendientes con sus instintos pasionales y sus egoísmos. El Yahvé del Sinaí era demasiado adusto y exigente para ellos, y por eso buscaban los cultos idolátricos, llenos de atractivos sensuales. El profeta, pues, en esta sección recrimina acremente la conducta del rebelde Israel a través de su historia. Ahora que todo está cumplido (
míralo todo ello, v.6), invita a Israel a dar testimonio de ello, es decir, a reconocer las profecías cumplidas como prueba de la divinidad de Yahvé:
y ahora vosotros lo anunciaréis (v.6).
Nuevas predicciones (6-11).
6 Yo te he hecho oír cosas nuevas desde ahora, cosas ocultas que no conocías. 7Ahora han sido creadas y no hace tiempo, antes de hoy no las habías oído, para que no dijeras: Ya lo sabía yo. 8No lo habías oído ni lo conocías, ni desde antiguo se había abierto tu oído6. Porque sabía que eres pérfido, y tu nombre es rebelde desde el seno materno. 9Yo por mi nombre difiero mi ira, y por amor de mi gloria me contengo frente a ti, para no exterminarte. 10 He aquí que te probé al fuego, y no había plata; te he pasado por la hornaza de la aflicción. 11 Es por mí, por amor de mí lo hago, porque ¿cómo (mi nombre) sería profanado? 7, y mi gloria a nadie se la doy. Yahvé anuncia ahora cosas
nuevas (v.6), e.d., el mensaje de consolación para su pueblo, que le permanecía oculto hasta estos tiempos. Dios las tuvo ocultas para que pudieran atribuirlas a los ídolos. Estas cosas
nuevas entran ahora en su fase de realización: ahora
han sido creadas (v.7). Y no se lo comunicó antes para que fuesen más impresionados en el momento de la realización: para
que no dijeras: Ya lo sabía yo (v.7). Israel no tenía noticias de esta súbita promesa de liberación que se va a cumplir muy pronto. Yahvé sabía que Israel era
pérfido. , rebelde desde el seno materno (v.8), y, por tanto, no quería rebelarle de antemano esto, que podía atribuir a los ídolos. Yahvé mantuvo el secreto de la aparición de Ciro y de la liberación, y no se lo comunicó por revelaciones hasta ahora. La historia de Israel ha sido tan pecaminosa, que hubiera merecido el exterminio más amplio; pero Yahvé, por amor
de su
nombre y de su
gloria (v.9),
difiere su ira. La ruina total de Israel hubiera comprometido la fama y
gloria de Yahvé, su Dios, ante los gentiles, que considerarían lo de la desaparición total de Israel como un fracaso debido a la impotencia de su Dios nacional. Además, quizá en la palabra
mi gloria (o mejor, alabanza) aluda al
culto, que desaparecería totalmente con el exterminio de Israel como pueblo. Si Dios ha castigado al pueblo elegido con la cautividad, ha sido para purificarlo:
te probé al fuego (v.10) con esperanza de forjar un pueblo fiel y santo;
pero el resultado ha sido negativo:
no había plata (v.10), es decir, el pueblo no supo aprovechar la lección del castigo y, en lugar de
demostrar su fe en Yahvé, ha seguido fuera de camino, como si todo fuera basura sin valor. La
hornaza de la aflicción (v.10) ha sido el crisol empleado por Yahvé para aquilatar la profundidad de los sentimientos religiosos de Israel. Y Yahvé vuelve de nuevo a la idea de que lo que va hacer (por
mi amor lo hago),
e.d., la liberación de Israel tomando como instrumento a Ciro, se debe al celo por su
gloria, para que no fuera profanado, blasfemado (
cómo sería profanado)
por los gentiles. Y, por otra parte, lo que va a realizar (las cosas
nuevas, v.6) se debe exclusivamente a él, no a los ídolos:
mi gloria a nadie se la doy (v.11).
Sólo Yahvé es capaz de realizar la nueva gesta de la liberación de Israel.
Ciro, enviado por Yahvé (12-16).
126yeme, Jacob, e Israel, a quien he llamado; soy yo, yo el primero, y aun también el postrero. 13Mi mano cimentó la tierra, mi diestra desplegó los cielos, y los llamé y luego aparecieron. 14Reunios todos y oíd: ¿Quién de entre ellos anunció estas cosas? Aquel a quien ama Yahvé, cumplirá su voluntad contra Babilonia y contra la raza de los caldeos. 15Yo, yo he hablado, yo le he llamado, yo le guío y hago prosperar sus caminos. l6Acercaos a mí y oíd esto: Desde el principio no os he hablado en secreto; cuando las cosas se hacían, allí estaba yo. Y ahora Yahvé me ha enviado con su espíritu. Yahvé va a manifestar cosas
nuevas por amor de su
gloria; para ello, como garantía, presenta sus credenciales de creador de todas las cosas y forjador de la historia de Israel desde su elección. Es una recapitulación de conceptos ya expresados en capítulos anteriores. Yahvé se encara amorosamente con Israel, a quien ha
llamado (v.12) como pueblo elegido. Yahvé es eterno, señor del tiempo:
el primero y el postrero (v.12). La frase ya apareció en 41:4; 44:6. Al comenzar a existir las cosas, era ya Señor supremo de todo, y cuando llegue la consumación de ellas seguirá como arbitro de la historia humana y de la creación toda. Y Yahvé se encara con los israelitas para que presenten predicciones semejantes a las que ahora les comunica:
¿quién de entre ellos anunció estas cosas? (v.14).
Entre ellos, e.d., los dioses paganos, a los que los israelitas se sentían muchas veces inclinados.
Y llega el punto culminante del vaticinio: la aparición de Ciro, conquistador de Babilonia y libertador de Israel.
Aquel a quien ama Yahvé es una apelación interesante. Salomón fue llamado también amado de Yahvé (
2Sa_12:24).8·Ciro, por su misión de liberador del pueblo elegido y por ser instrumento de Yahvé, es llamado su
amigo; por permisión de Yahvé
cumplirá su voluntad contra Babilonia y
la raza de los caldeos. Será el instrumento de Yahvé:
cumplirá su voluntad de castigar a los habitantes de la gran metrópoli de los caldeos. Y Yahvé es quien le ha
llamado, haciendo
prosperar sus caminos, sus conquistas. Y todo esto lo había predicho Yahvé, no de un modo enigmático (
desde el principio no os he hablado en secreto, v.16),
desde el principio de la historia de Israel, o mejor, desde que las cosas empezaron a cumplirse (
cuando las cosas se hacían).
Estaba allí Yahvé
(allí estaba yo) dirigiendo el curso de los acontecimientos, de modo que le pudieran conocer. La frase final: Y
ahora Yahvé me ha enviado con su espíritu (15b), parece ser una declaración del profeta para confirmar su misión 9.
Utilidad de la ley del Señor (17-19).
17 Así habla Yahvé, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy Yahvé, tu Dios, que para utilidad tuya te enseña y te pone en el camino que has de seguir. 18 ¡Ahí, si hubieses atendido a mis mandamientos, tu paz sería como un río, y tu justicia como las olas del mar. 19 Y sería como arena tu simiente, y los frutos de tus entrañas como sus granos 10, y no sería extirpado ni exterminado tu nombre delante de mí11. El profeta hace ver a Israel, en un tono desilusionado, que la conducta de Israel ha sido decepcionante para Yahvé (cf.
Sal_81:13-16). Si hubiera sido fiel a su Dios, otro sería el panorama actual del pueblo elegido. Este tono triste del fragmento, poco en consonancia con el ambiente de liberación y de alegría que impera en este capítulo, y el hecho de que parece interrumpir el contexto de 12-16 (cuya continuación normal es 20-21), ha obligado a muchos autores a suponer que está desplazado de su lugar 12.
Dios ha adoctrinado a Israel para su
utilidad (v.17), en cuanto que sus caminos conducen a la verdadera y única felicidad. Si Israel hubiera sido fiel a su vocación, siguiendo los preceptos del Señor, su
paz sería como un río (v.18), e.d., su estado de tranquilidad y bienestar sería tan abundante como un río, en contraposición a los torrentes intermitentes de Palestina, que sólo en determinadas épocas llevan caudal, y éste escaso. La paz en Israel ha sido tan rara como las aguas en estos
wadys circunstanciales. También su
justicia sería tan desbordante como las
olas del mar (v.18): habría un reino de equidad sobreabundante, que daría por fruto un completo bienestar. Por otra parte, la descendencia de Israel se multiplicaría
como arena (v.19),
y Dios no lo habría sometido a la prueba del exilio, en la que estuvo a punto de ser
extirpado y exterminado (v.19).
Invitación a los israelitas para que salgan de Babilonia (20-22).
20Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos, con gritos de exultación anunciad, proclamad esto, publicadlo hasta los confines de la tierra; decid: Rescató Yahvé a su siervo Jacob. 21 No tendrán sed en el desierto por el cual los guía; hará que broten para ellos aguas de la roca, abrirá la peña y brotarán las aguas. 22Pero no hay paz para los malvados, dice Yahvé. Ha llegado el momento de la liberación, y por eso el profeta invita a los cautivos a que abandonen la capital de sus opresores, y todo ha sido obra de Yahvé: Rescató
Yahvé a su siervo Jacob (v.20). Y el Señor mismo les acompañará en su viaje por el
desierto (v.21), para que no se vean sometidos a la sed abrasadora. La nueva liberación se describe en los mismos términos que la tradicional del éxodo (
Exo_17:6;
Num_20:11); de nuevo Yahvé hará brotar
aguas de la roca. La terminación:
no hay paz para los malvados (v.22), parece ser una glosa posterior, tomada
Deu_57:21, donde encuentra su contexto. Es una fórmula estereotipada, que bien pudo servir al copista para marcar la final de una sección en esta segunda parte del libro de Isaías.
1 El texto hebreo dice literalmente aguas de Judá (quizá aludiendo al semen húmedo fecundante); pero una ligerísima corrección nos da
entrañas, que se adapta perfectamente al contexto. 2 Cf. 42:9; 43:12; 44:8. 3 Cf.
Eze_3:7;
Isa_6:10;
Exo_32:9;
Deu_9:6.13, etc. 4
Exo_32:9;
Deu_9:6. 5 Cf.
Eze_3:7s. 6 Los LXX leen: no
he abierto tu oído. 7 Los LXX intercalan mi nombre. 8 Los LXX omiten
Yahvé. 9
No pocos autores consideran esta frase como glosa posterior. Condamin corrige el texto y traduce: y yo le envío con su espíritu. En ese caso, el que hablaría sería Yahvé a propósito de Ciro, su enviado. 10 La palabra que traducimos por granos es de sentido incierto en el hebreo. Los LXX traducen como polvo de la tierra. 11
Con los LXX hemos preferido la lectura tu nombre, en vez de su nombre del texto masorético, porque está más en conformidad con el contexto. 12 Condamin pone los v.20-21 después
Deu_52:10.