Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Consejos varios, 6:1-10.
1
Hermanos, si alguno fuere hallado en falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, cuidando de ti mismo, no seas también tentado. 2
Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo. 3
Porque si alguno se imagina ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. 4
Que cada uno examine sus obras, y entonces encontrará en sí solo, y no en los otros, el motivo de gloriarse; 5 pues cada uno tiene que llevar su propia carga. 6
El catecúmeno comunique todos sus bienes con el que le catequiza. 7 No os engañéis; de Dios nadie se burla. Lo que el hombre sembrare, eso cosechará. 8
Quien sembrare en su carne, de la carne cosechará la corrupción; pero quien siembre en el Espíritu, del Espíritu cosechará la vida eterna. 9 No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos si no desfallecemos. 10
Por consiguiente, mientras hay tiempo, hagamos bien a todos, pero especialmente a los hermanos en la fe. Llegado ya al final de la carta, San Pablo da varios consejos referentes a la práctica de la caridad, virtud que tanto ha ensalzado anteriormente (cf. 5:6.14.22), y a la que ahora llama expresamente la ley de Cristo (v.2; cf.
Jua_13:34-35).
Reduciendo las cosas a esquema, podríamos resumir así sus enseñanzas: Que corrijamos al prójimo con espíritu de mansedumbre, ayudándonos mutuamente a llevar nuestras miserias y penalidades (v.1-2); que no nos juzguemos a nosotros por comparación con los demás, sino por el examen directo de nosotros mismos (v.3.5); que quien recibe instrucción en la fe atienda filial y convenientemente al sustento de su maestro, con lo que éste pueda quedar libre para el apostolado (v.6; cf.
Rom_15:27;
1Co_9:11;
Flp_4:10); que lo que sembremos, eso recogeremos, pues de Dios nadie se burla, y dará a cada uno según sus obras (v.7-10). Esta última idea, poniendo delante la perspectiva del juicio futuro, es idea con frecuencia repetida por San Pablo (cf.
Rom_14:12;
1Co_3:8;
1Co_6:9;
2Ti_4:8), y debe servir de sostén al cristiano en las duras luchas que continuamente habrá de soportar contra las tendencias egoístas de la carne, contrarias a las del Espíritu, que son las de la caridad. Esta caridad, termina San Pablo, ha de extenderse a todos (v.10; cf. 5:14;
Rom_12:17-18), pero de modo especial a los hermanos en la fe, con los que formamos una sola familia (cf.
Rom_14:15;
Efe_2:19;
1Ti_3:15).
Epílogo escrito de puño y letra del Apóstol,1Ti_6:11-18.
11
Ved con qué grandes letras os escribo de mi propia mano. 12
Los que quieren gloriarse en la carne, ésos os fuerzan a circuncidaros, sólo para no ser perseguidos por la cruz de Cristo. 13 Ni los mismos circuncidados guardan la Ley, pero quieren que vosotros os circuncidéis para gloriarse en vuestra carne. 14
Cuanto a mí, no quiera Dios que me gloríe sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo; 15
que ni la circuncisión es nada ni el prepucio, sino la nueva criatura. 16
La paz y la misericordia serán sobre cuantos se ajusten a esta regla y sobre el Israel de Dios. 17
Por lo demás, que nadie me moleste, que llevo en mi cuerpo las señales de Jesús 18
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea, hermanos, con vuestro espíritu. Amén. La carta ha terminado, y Pablo deja de dictar al amanuense, que era el modo como solía escribir sus cartas (cf.
Rom_16:22). Toma él mismo la pluma, y conforme al uso epistolar de los antiguos, escribe de su propia mano algunas frases, que eran la señal de autenticidad, como hoy nuestra firma (cf.
1Co_16:21;
Col_4:18;
2Te_3:17). En lo de grandes letras (v.11) quieren ver algunos una prueba de su enfermedad de ojos (cf. 4:13); pero también pudiera explicarse dicha expresión en el sentido simplemente de querer recalcar, apretando quizá su pluma más de lo acostumbrado, este párrafo final autógrafo, en que resume las ideas fundamentales de la carta.
Primeramente (v.12-13) pone de manifiesto el móvil bastante poco plausible por el que actúan los predicadores judaizantes. Han sido, sí, incorporados a Cristo por el bautismo, pero temen que sus compatriotas judíos les persigan a causa de la cruz de Cristo (v.12), como están haciendo con Pablo (cf. 5:11); por eso, aunque ni ellos mismos guardan la Ley (v.13; cf.
Hec_15:10), inducen a los gálatas a circuncidarse, con lo que aumentan el número de prosélitos del judaísmo y se congracian con sus compatriotas judíos, pudiendo gloriarse ante ellos en vuestra carne (v.13), es decir, en el hecho de vuestra circuncisión. Se ve que, llevados de su orgullo nacional y con miedo a las persecuciones, se preocupan más de hacer discípulos para su pueblo que de hacerlos para Cristo. No así Pablo (v.14-15). Para él, sólo en la cruz de Cristo está la salud (v.14; cf. 2:21), a cuya muerte ha sido incorporado por el bautismo (cf. 2:19; 5:24), pudiendo con toda razón decir que ha sido crucificado para el mundo (el
mundo de la carne y del pecado, cf. 1:4) y el mundo para él, pues no solamente hay entre ellos absoluta separación, como la que hay entre un muerto y un vivo, sino que mutuamente se desprecian con ese desprecio que inspira a su contrario un crucificado (cf.
1Co_1:20-25). Ni la circuncisión ni la incircuncisión le importan nada, sino únicamente la nueva criatura (? .15;
cf. 5:6), o lo que es lo mismo, la nueva existencia sobrenatural a la que nacemos por nuestra incorporación a Cristo (cf.
Jua_3:3;
Rom_6:2-11;
2Co_5:17). Y, confesando valientemente la eficacia de la cruz de Cristo, añade que la misma regla o canon de vida han de seguir todos aquellos que quieran participar de la paz y misericordia divinas, con todos los beneficios que ello lleva consigo (v.16). Esos beneficios no son otros sino los beneficios mesiánicos, que han de recaer sobre los descendientes de Abraham o Israel de Dios (v.16; cf. 3:29;
Rom_9:6-8), en contraposición al Israel de la carne (
1Co_10:18).
Parece que el Apóstol, con ese paz y misericordia sobre el Israel de Dios (v.16), iba a poner ya punto final; pero en ese momento le vienen a la mente las insidiosas manipulaciones con que los judaizantes atacaban su condición de apóstol, de que trató de defenderse en la primera parte de la carta, y prorrumpe en ese grito de desahogo muy propio de su temperamento: Por lo demás, que nadie me moleste, poniendo en duda mi calidad de apóstol, pues llevo en mi cuerpo las señales de Jesús (v.17). Es una alusión a la costumbre de grabar sobre la carne de los animales y de los esclavos con un hierro candente una determinada señal para indicar que se pertenecía a este o aquel amo, a esta o aquella divinidad. San Pablo no tiene otra marca que la de Cristo, de quien se declara siervo (cf. 1:10), llevando en su cuerpo las cicatrices de los malos tratos sufridos por El (cf.
2Co_6:4-10;
2Co_11:23-27).
Hecho este desahogo, que constituye una especie de paréntesis, no queda sino el acostumbrado saludo final. Así lo hace el Apóstol, con la particularidad de que nuevamente vuelve a mencionar el espíritu, como un último recuerdo a los gálatas de que, si quieren conseguir la salud, no han de vivir según la carne, sino según el espíritu.
213 J. P. Mynster, Einíeiíung
in den Brief an die Galater (Copenhague 1825) p.58. 214 Cf. W. M. Ramsay, A
Historical Commentary on St. Paul's Epistle to the Galatians (Londres 1899); Whaí
were the Churches of Galatia?: The Expositor Times 24 (1912-1913) 19-22.61-63.122-125.219-223.280-283.331-333.378-379-471-473.563-566. 215
In Epist. ad. Gal. pról. (
Mal_26:382): . Calatas, excepto sermone graeco, quo om-nis Oriens loquitur, propriam linguam eamdem pene habere quam Treveros, nec referre si aliqua exinde corrupeiint. 216 Damos los tres pasajes más característicos: Mobilitate et levitate animi. quum in-telligeret omnes fere Gallos novis rebus studere. (1
2Cr_2:1). Sunt in consiliis capiendis mobi-les et novis plerumque rebus student. ([
2Cr_3:10); de summis saepe rebus consilia ineunt, quorum eos in vestigio praenitere necesse est. (1-
2Cr_4:5). sostener nosotros. De hecho, algunos de los autores aludidos, como Amiot y Belser, suponen escrita esta carta hacia el año 48-49, antes ya del concilio de Jerusalén, cuando Pablo se hallaba probablemente en Antioquía preparando el viaje para subir a la Ciudad Santa (cf.
Hec_15:1-2). Así explican el que el Apóstol no cite en su carta el decreto del concilio, siendo así que le hubiera venido tan a propósito para su tesis y reducir al silencio a sus adversarios judaizantes. Esta opinión, sin embargo, no logra convencer a muchos, y con razón; pues, como ya explicamos al comentar
Hec_15:2-5, es claro que en
Gal_2:1-10 el Apóstol, está aludiendo a esa asamblea o concilio de Jerusalén; de ahí que la carta ha de tener fecha posterior. Además, el examen interno de la carta, con un tema ya maduro en la mente de Pablo y que tanto la asemeja a la de los Romanos, hace muy difícil poder atribuirle una fecha de composición tan temprana. Por eso, la inmensa mayoría entre los defensores de la Galacia meridional (Cornely, Brassac, Jacquier, M. Sales, Jacono) juzgan que la carta está escrita entre los años 51-53, durante el segundo viaje misional, probablemente desde Corinto (cf.
Hec_18:1), donde fueron escritas también las dos cartas a los Tesalonicenses. 218 Compárense, v.gr., los siguientes pasajes:
Gal_2:16 =
Rom_3:28 (la misma tesis con términos casi idénticos);
Gal_3:6-18;
Gal_4:21-24 =
Rom_4:1-25;
Rom_9:7-9 (historia de Abraham V consiguientes aplicaciones);
Gal_3:6.11.12 =
Rom_4:3-9;
Rom_1:17;
Rom_10:5 (idénticas citas bíblicas con el oportuno razonamiento);
Gal_1:20;
Gal_3:6.12.27;
Gal_5:14 =
Rom_9:1;
Rom_4:3;
Rom_10:5;
Rom_13:14;
Rom_13:9 (expresiones comunes). 219 G. L. gerfaux,
Itinerario espiritual de San Pablo (Barcelona 1968) 131-132. 220 Cf. phil.,
Quis rerum divinarum haeres: Ed. de F. H. Colson, vol.4 (London 1958), LXII, 313, p.444. Pueden verse también: Demut. nom. sayDesomn. II, 224 (vol.5) p.168-542. 221 Gf. S. Lyonnet, Libertad y ley nueva (Salamanca 1964); K. Niederwimmer, Der Begriff der Freiheit im N. T. (Berlín 1966); M. Gorbín, Naturaleza y significado de la ley
evangélica: Selección de Teol. 9 (1970) 340-350; R. Sghnackenburg,
La moral du ? . ? . (Tournai 1964); G. Sóhngen,
La ley y el evangelio (Barcelona 1966); H. Schürmann,
¿El mensaje de libertad, centro del Evangelio?: Selec. de Teol. 17 (1973) 272-288. 222 K. Rahner, Escritos
de teología, II (Madrid 1961) 101-102. 223 S. Lyonnet,
Libertad y ley nueva (Salamanca 1964) p.54. 224 Santo Tomás lo expresa así: Quantum ad coactionem, justi non sunt sub lege, quia motus et instintus Spiritus Sancti, qui est in eis, est proprius eorum instintus; nam caritas inclinat ad illum ipsum quod lex praecipit. Quia ergo justi habent legem interiorem, sponte faciunt quod lex mandat, ab ipsa non coacti fComment. in
Cal. V, lect.s). 225 Al hablar de revelación de
Jesucristo, parece claro, dado el contexto, que se trata de eínitivo de autor: revelación que viene de Jesucristo y no doctrina que viene de hombres, on razón algunos Santos Padres se apoyan en este pasaje para probar la divinidad de Jesucristo, dada la oposición que San Pablo establece entre los hombres, de una parte, y Jesucristo, de otra. En el v.16 se completará el pensamiento, afirmando que Jesucristo es también el objeto de esta revelación (genitivo objetivo). 226 La Vulgata, traduciendo non acquievi carni et sanguini, da más bien a estas palabras el sentido de consanguinidad o parentela, como si aludiera el Apóstol a que no había dudado en renunciar a lazos de familia y de patria por seguir la llamada de Dios. Creemos que tal significado está aquí fuera de contexto. 227 Damos por supuesto que el Santiago hermano del Señor de que aquí habla San Pablo, es Santiago el Menor, uno de los Doce (cf.
Hec_1:14 Y 12:17^). Así parece exigirlo la frase a ningún otro de los apóstoles vi, si no
fue a Santiago (. ?? ?? ??????? ), es decir, a excepción de Santiago, el cual, por tanto, se supone que es uno de los apóstoles. Queremos advertir, sin embargo, que hay autores que dan a ?? ?? , no sentido de excepción, sino sentido adversativo, como diciendo: no vi a ningún otro apóstol, sino
solamente a otro personaje notable, Santiago el hermano del Señor; en cuyo caso, expresamente se negaría que dicho Santiago fuese apóstol. Nuestra opinión es que esta última es una traducción violenta, que supone muchos sobrentendidos. 228 La frase correr o haber corrido en vano está inspirada en las carreras del estadio imagen muy del gusto de San Pablo (cf. 5,?;
1Co_9:24-27;
Flp_2:16). No está claro si ese no sea que (?? ttco? ) tiene simplemente sentido final de temor o preocupación, como hemos, traducido nosotros; o hemos de darle más bien el sentido de interrogación indirecta (cf.
Lev_22:35), con respuesta negativa sobrentendida: [para que dijesen] si yo corría. De esta última manera interpretan la frase Cornely, Lagrange, Prat, Buzy, etc.; con cuya interpretación, supuesta en la mente de Pablo la obligada respuesta negativa por parte de los Doce, no hay inconveniente en entender la frase correr en vano como alusiva, no simplemente al resultado de sus trabajos, sino a ir o no por el recto camino. 229 Damos por cierto que Pablo afirma aquí que Tito no fue circuncidado, no obstante la opinión contraria de algunos autores antiguos, como Tertuliano y el Ambrosiáster, a los que siguen algunos protestantes modernos. ¿Tienen para ello algún punto de apoyo? Desde luego, reconocemos que toda esta perícopa, particularmente en los v.4-6, tiene una construcción gramatical bastante enmarañada. Una de las mayores dificultades está en el comienzo del v.4, con las partículas ??? ?? , correspondientes al sed propter de la Vul-gata, y que nosotros hemos traducido, un poco libremente, a pesar de. En efecto, no se ve' claro cuál sea la ligazón sintáctica de ese v.4 con el anterior v.3. Hay autores (Cornely, Lagrange, Prat) que interpretan el ?? del v.4, no en su sentido corriente de oposición o adversativo, sino en sentido explicativo, es a saber, partícula que introduce proposiciones explicativas (cf.
Rom_3:22;
Efe_5:32;
Flp_2:8). El sentido será: Ni Tito. fue obligado a circuncidarse; y esto [se trató] a causa de los falsos hermanos. Prácticamente, a eso viene a equivaler la traducción a pesar de que hemos dado en el texto. Pero hay autores que conservan a la partícula ?? su sentido corriente adversativo; en cuyo caso, una de dos: o suponemos que la frase está gramaticalmente inacabada, una prótasis sin apódosis (Bover, Lyonnet, Ricciotti), o, apoyándonos en que están omitidas en algunos códices, suprimimos las palabras a los cuales ni (oís ???? ,
? .?, como hacen los autores a que aludimos al principio de esta nota. En el primer caso, el sentido, en realidad, no cambia del que dimos anteriormente: Ni Tito. fue obligado a circuncidarse; pero, a causa de los falsos hermanos., servidumbre (hubo que luchar). A los cuales ni por un momento, etc. Sin embargo, en el segundo caso, el sentido cambia totalmente: Ni Tito. fue obligado a circuncidarse; pero, a causa de los falsos hermanos., servidumbre, por un momento cedimos, etc. Tito habría sido circuncidado, cediendo Pablo por el bien de la paz y concordia. Creemos que esta última explicación debe ser en absoluto rechazada. Estaría contra todo el contexto, pues Pablo viene conminando a los gálatas a que resistan a los judaizantes, ¿cómo iba a decirles ahora que él cedió, aunque sólo fuese por un momento? El hecho de que algunos pocos códices omitan las palabras a los cuales ni, se debe probablemente a cierto deseo de concordismo con
Hec_16:3, en que se habla de la circuncisión de Timoteo. Sin embargo, el caso era muy distinto. Otro versículo también bastante enmarañado gramaticalmente es el v.6. Comienza el período con construcción en pasiva: De los que eran algo.; pero al reanudarlo, una vez terminado el paréntesis, se emplea la construcción activa: éstos, que eran algo, digo, nada me añadieron. La idea, sin embargo, es clara. 230 No está claro cuál era la finalidad concreta con que bajaban a Antioquía estos de los de Santiago (??? ??????? ) ni qué parte debe atribuirse a Santiago en la misión que llevaban. Es posible, referente a esto último, que se trata sólo de afirmar que eran del grupo de Santiago, es decir, que pertenecían a la iglesia de Jerusalén, cuyo jefe era Santiago, aunque también es posible que llevasen comisión del mismo Santiago, como gramaticaímente parece pedir la frase, en cuyo caso se explicaría, además, mejor el que tenga fuerza moral suficiente para intimidar a Pedro. Y en cuanto a lo primero, nótese que ya antes, en el concilio de Jerusalén, había sido también Santiago quien con su intervención hizo que se pusieran en el decreto aquellas restricciones de idolotitos-sangre-ahogado-fornicación (
Hec_15:29), y todo en atención a los judío-cristianos, quienes, como con ello claramente se da a entender, seguían observando todo eso escrupulosamente. Querría, pues, Santiago, con esa misión a Antioquía, que las comunidades judío-cristianas, cuya carga en gran parte llevaba él, permaneciesen observantes a la Ley, al igual que la de Jerusalén (cf.
Hec_12:18-25), que estaba bajo su inmediata dirección. No es que dudara de que la justificación la obtenemos por la fe en Jesu-cristo y no por la observancia de la Ley (cf.
Hec_15:14-19), pero sí parece que se inclinaba, aunque no fuese más que por cierto atavismo venerable, a que sus hermanos nacidos en el judaismo no cambiasen nada de las legítimas tradiciones mosaicas que habían también practicado los antiguos profetas. Sin duda influyó en él, que vivió siempre en ambiente judío, el no haber sentido por experiencia el problema de comunidades mixtas, como lo sintió ya desde un principio Pablo, y como ahora en Antioquía lo comenzaba a sentir Pedro. La opinión de Cullmann, apoyándose en este relato de la disputa de Antioquía, para deducir que Santiago era en aquel momento superior a Pedro y jefe de toda la iglesia primitiva, va más lejos de lo que dan los textos (Cf. O. cullmann, Saint
Fierre, disciple, apotre, martyr [Neuchátel 1952]_p.35ss). 231 Cf. P. auvray, Saint /eróme et saint
Augustin: la controverse au sujet de l'incident d'Antioche: Rech. Se. Relig. (1939) 594-610. 232 Parece que Pablo cita el texto bíblico bastante libremente. Propiamente el salmista no habla de si se puede adquirir o no la justificación por las obras de la Ley, sino que, dirigiéndose a Dios, dice de manera general: No entres en juicio con tu siervo, pues
ante ti no hay nadie justo. Sin embargo, la tesis de Pablo queda ahí implícita, pues el salmista reconoce que, s' Dios se dejara guiar por estricta justicia, no habría nadie justo ante El, y por eso pide misericordia. 233 Cómo la Ley haya sido causa de que el cristiano muera a la Ley, no todos lo explican de la misma manera. Hemos dado la explicación que nos
parece más fundada. Hay autores, sin embargo, que dan al término ley distinto significado en cada caso, y traducen: Por la ley de
la fe (que nos incorpora a la muerte y resurrección de Cristo) hemos muerto a la
Ley de Moisés. Otros, aun reteniendo el mismo significado al término ley
(= ley mosaica), dicen que morimos a la Ley
por la Ley, en cuanto que la Ley fue nuestro pedagogo hasta Cristo (cf. 3:24), y, por tanto, llegado Cristo, no tiene ya razón de ser, pues ha cumplido su oficio, con lo que ella misma se da el golpe de muerte. 234 No queremos dejar de notar que algunos autores, y entre los Santos Padres fue la opinión más coiriente, dan al v.4 otro sentido distinto del que, siguiendo a la gran mayoría de los autores modernos (Lagrange, Amiot, Buzy, Lyonnet), le hemos dado nosotros. No traducen: habéis experimentado tantos favores_ (??????? ??? 3??? ), sino habéis padecido tanto, dando al verbo ????? su sentido ordinario de sufrir o
padecer. Ello ha motivado el que los teólogos acudan con frecuencia a este pasaje de San Pablo al hablar de la pérdida de los méritos por nuestras buenas obras si pecamos. Creemos, sin embargo, dado el contexto, que debe preferirse la traducción de experimentar en sí mismo algo que favorece (= gozar, disfrutar) y no algo que perjudica (= sufrir, padecer). San Pablo no viene hablando de sufrimientos, sino de favores recibidos. 235 El yerbo ?????????? que aquí usa San Pablo (v.1a), y que nosotros hemos traducido por redimió, significa literalmente liberar mediante el pago de determinado precio. El precio pagado por Cristo es su misma sangre, como en otros lugares concreta el Apóstol (cf.
Efe_1:7;
Heb_9:12), y ya explicamos al comentar
Rom_3:24. Queremos advertir que en ese nos redimió (v.15), como se deduce del contexto, San Pablo está pensando en los judíos solamente, no en los gentiles. En efecto, sólo a los judíos podía afectar la maldición de la Ley, pues sólo a ellos había sido dada; además, el nos del ? .13 se contrapone al gentiles del v.14, los cuales, consiguientemente, no están allí incluidos. Desde Juego, la redención de Cristo se extendió a todos, judíos y gentiles, pero aquí el Apóstol, en la perspectiva con que presenta las cosas, distingue como dos etapas. 236 Se ha discutido a qué promesa o promesas de las hechas a Abraham se refiera San Pablo. Creemos que es una cuestión innecesaria, pues la promesa, en realidad, no es más que una (cf. v.29), aunque fuera hecha repetidas veces y revistiera distintas modalidades en las diversas ocasiones. Lo esencial es la bendición prometida a Abraham y a su descendencia (
Gen_12:3;
Gen_18:18;
Gen_22:18;
Gen_26:4), que será numerosa (
Gen_12:2;
Gen_13:16;
Gen_15:5;
Gen_17:4;
Gen_22:17) y recibirá en posesión la tierra de Cañan (
Gen_12:7;
Gen_13:15;
Gen_15:18;
Gen_17:8;
Gen_24:7;
Gen_26:4), símbolo o figura de la herencia (v.18) eterna en el reino mesiánico. 237 Esta cifra de 430 años es la que da el texto masorético (y la Vulgata) en
Exo_12:40, pero refiriéndose sólo a la
permanencia de los hebreos en Egipto, sin incluir el tiempo anterior hasta Abraham. Sin embargo, la versión griega de los LXX y el texto hebreo samaritano incluyen también en esta cifra la permanencia de los patriarcas en Cañan. A este cómputo es al que se acomoda San Pablo. La cuestión era muy discutida entre los rabinos, y parece que había dos corrientes de opinión entre ellos, como ya explicamos al comentar
Hec_7:6. 238 Gf. J. Danieli,
Mediator autem unius non est (
Gal_3:20): Verb. Dom. 33 (1955) 9-17. 239 Sobre el término arameo
Abba, usado aquí por San Pablo, ya hablamos al comentar
Rom_8:15. 240 Evidentemente, con la expresión nacido de mujer, San Pablo está aludiendo a María, la madre de Jesucristo. Pero ¿puede alegarse este texto para probar la concepción
virginal de Jesús, o al menos para decir que está ahí insinuada? Así opinan algunos autores (Cornely, M. Sales, Leal), apoyándose en que
sólo se menciona a la mujer, con empleo de la preposición ?? , que puede significar causa material, dando así a entender que para la concepción de Jesucristo en el seno de María no tuvo parte alguna el hombre, sino sólo el Espíritu Santo, conforme nos refiere San Lucas (
Lev_1:31-35) Y era cosa conocida en la Iglesia primitiva. Confesamos, sin embargo, que no vemos la fuerza de estas razones. Más bien creemos, con la mayoría de los intérpretes (Prat, Lagrange, Amiot, Buzy), que la expresión nacido de mujer es expresión para indicar simple y llanamente al hombre (cf.
Job_14:1;
Mat_11:11). Lo de concepción virginal es algo de que aquí prescinde San Pablo, cuya intención apunta, no a esa prerrogativa singular de Jesucristo, sino a que se hizo hombre, y, por tanto, solidario de nuestra naturaleza, para así poder redimirnos. 241 Es uno de los pasajes junto con 3:6-29;
1Co_10:1-11;
2Co_3:6-18 en que aparece más claro el influjo de su formación rabínica a los pies de Gamaliel (cf.
Hec_22:3). Proyecta sobre el texto del Génesis toda esa doctrina del papel de Abraham y del de la Ley en la preparación mesiánica, de que ha hablado anteriormente. 242 El término ?????????? , que aquí usa San Pablo, es corriente en el lenguaje militar, y significa estar alineado en la misma fila, o sea, soldados
en columna, unos detrás de los otros. Al lado de esta fila nos imaginamos otra de soldados igualmente en columna. Pertenecer al mismo ??????? ,, quiere decir hallarse en la misma fila de los que están delante y detrás de mí. Cuando San Pablo, pues, dice que el monte Sinaí se halla en Arabia y corresponde a la Jerusalén actual (?? ?? ???? ópo? ????? ?? ?? ?????? , ???????? ! ?? ?? ??? ?????????? ), quiere decir que Sinaí y Jerusalén actual están en la misma fila, o sea, pertenecen al mismo ??????? , la columna de la esclavitud, en contraposición a otra columna, la de la libertad, que es donde se halla la Iglesia o Jerusalén de arriba. Advirtamos que hay bastantes códices que tienen un texto algo distinto en el v.25, introduciendo la palabra Agar antes de Sinaí: ?? ?? "???? ???? ópos ????? ?? ?? ?????? . El sentido sería: Agar es (el nombre del) monte Sinaí en Arabia; es decir, es el nombre con que designan los árabes el monte Sinaí. Sin embargo, hasta el presente no ha podido ser confirmado este dato. Sabemos únicamente que con la palabra hadjar son designadas algunas cumbres rocosas de Arabia: Hadjar Bint, Hadjar Elma, etc. Quizás esto, en el caso menos probable de que la lección fuese auténtica, bastase a justificar el modo de expresarse de San Pablo . 243 Se ha discutido mucho sobre si el participio ??????????? ha de considerarse como forma pasiva (.fe
actuada por la caridad) o como forma media con sentido activo (.fe
que actúa por la caridad). Nosotros, siguiendo a los Padres latinos y a la inmensa mayoría de los comentaristas modernos, nos hemos inclinado a esta última interpretación, pues es el sentido que le da San Pablo en otros lugares (cf.
Efe_3:20 :
Col_1:29;
1Te_2:13). De notar, sin embargo, que los Padres griegos y bastantes comentaristas, sobre todo antiguos, se inclinan al sentido pasivo, que es como suele tomarse el participio ??????????? en el uso profano. Mas, como muy bien advierte el P. Prat, tanto en un caso como en otro, trátese de la fe actuada por la caridad (sentido pasivo) o de la fe que actúa por la caridad (sentido activo), siempre tendremos la afirmación de que la fe no obra sino en virtud de su unión con la caridad, pues es de la caridad de la que recibe su eficacia. Para los que se inclinan al sentido pasivo, la caridad sería como la forma de la fe, por la que ésta
animatur, agitur, movetur; mientras que, para los que se inclinan al sentido activo, la caridad ha de considerarse más bien como causa que impulsa a obrar. Oigamos al P. Bover: Lo único que puede establecer el contacto entre Cristo Redentor y el hombre pecador es la fe: fe que se inicia con el convencimiento y el leal reconocimiento de que sólo en Cristo puede hallarse la justicia, y que se consuma con la total sumisión de la inteligencia y con plena adhesión y entrega de sí mismo. Pero al contacto de esa fe salta la chispa de la caridad. hacia el Redentor y hacia los demás redimidos. Y la caridad florece y fructifica en obras de justicia (J. M. Bover,
Teología de San Pablo [Madrid 1946] p.804-865). 244 En el texto de la Vulgata latina se enumeran doce: caritas, gaudium, pax,
patientia, benignitas, bonitas, longanimitas, mansuetudo, fides, modestia, continentia, casíttas. De ahí el uso también entre los teólogos de hablar de los
doce frutos del Espíritu Santo. Probablemente se trata de que tres términos griegos (????? 3???? -??????? -????????? ) dieron lugar a dos traducciones latinas diferentes (patientia-longanimitas, mansuetudo-modestia, conti-nentia-castitas), que luego fueron yuxtapuestas y fundidas en una sola lista. También en la enumeración de las obras de la carne (v. 19-21) hay una pequeña diferencia entre la Vulgata latina y el texto griego. En lugar de las quince del texto griego, la Vulgata pone
diecisiete, añadiendo impudicitia y homicidia. Probablemente impudicitia no es sino una doble traducción, junto con luxuria, del término griego ???????? ; y en cuanto a homicidia, que también tienen bastantes códices griegos, es probable que se explique por una confusión, y luego desdoblamiento, entre (pSóvoi (envidias) y ????? (homicidios).