I Reyes 11, 14-28

Suscitó Yahvé a Salomón un enemigo, Hadad, idumeo, de la sangre real de Edom. Cuando David batió a Edom, Joab, jefe del ejército, subió para enterrar a los muertos y mató a todos los varones de Edom, quedándose con todo Israel durante seis meses en Edom, hasta exterminar a todos los varones. Entonces Hadad, con algunos edomitas, siervos de su padre, huyó para refugiarse en Egipto, siendo todavía muchacho. Partiendo de Madián, se fueron a Paran, y, uniéndose allí algunos de Paran, llegaron a Egipto, junto al Faraón, rey de Egipto. El Faraón dio a Hadad una casa, proveyó a su subsistencia y le dio tierras. Fue Hadad muy grato al Faraón, que le dio por mujer a Ano, hermana mayor de su mujer, hermana de la reina Tafnes. La hermana de Tafnes le dio su hijo Guenubat, a quien Tafnes educó en la casa del Faraón, estando en ella Guenubat como un hijo del Faraón. Cuando supo Hadad, en Egipto, que David se había dormido con sus padres y que Joab, jefe del ejército, había muerto, dijo al Faraón: “Déjame ir a mi tierra”;" y el Faraón le respondió: “¿Qué te falta cerca de mí, para que quieras irte a tu tierra?” Y él contestó: “Nada me falta, pero déjame ir.” Hadad se volvió a su casa. Este fue el mal que hizo Hadad, que odiaba a Israel y se alzó rey de Edom. Suscitó Dios a Salomón otro enemigo, Rezón, hijo de Eliada, que había huido de su señor Hadadezer, rey de Soba. Reunió gente y se hizo jefe de banda cuando David derrotó a las tropas arameas. Fuese entonces a Damasco y se estableció allí, y reinó en Damasco, siendo enemigo de Israel todo el tiempo de la vida de Salomón. Al mismo tiempo que Hadad, le hacía el mal que podía, porque aborrecía a Israel y reinaba en Siria. También Jeroboam, siervo de Salomón, se alzó contra el rey. Era hijo de Nabat, efrateo, de Sereda, siervo de Salomón, y tenía por madre a una viuda llamada Sarva. He aquí la ocasión de alzarse contra el rey: estaba Salomón construyendo el terraplén para rellenar la depresión que había en la ciudad de David, su padre. Jeroboam era hombre muy capaz y fuerte, y, habiéndole visto Salomón a la obra, dio al joven el mando de todas las gentes de trabajo de la casa de José.
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