II Reyes  25, 11-16

Nebuzardán, jefe de la guardia, llevó cautivos a los que habían quedado en la ciudad, de los que se rindieron al rey de Babilonia, y al resto de la gente, fuera de algunos pobres que dejó, como viñadores y labradores. Los caldeos rompieron las columnas de bronce que había en la casa de Yahvé, las basas, el mar de bronce que había en la casa de Yahvé, y se llevaron el bronce a Babilonia. Cogieron los ceniceros, las tenazas, las palas, los cuchillos, las tazas y todos los utensilios de bronce con que se hacía el servicio. El jefe de la guardia cogió también los braseros y las copas y todo cuanto era de oro y cuanto era de plata. Las dos columnas, el mar, las basas que Salomón había hecho para la casa de Yahvé; todos los utensilios de bronce tenían un peso incalculable."
Ver contexto