II Samuel  13, 23-39

Al cabo de dos años tenía Absalón el esquileo en Baljasor, que está cerca de Efraím, y quiso convidar Absalón a todos los hijos del rey. Vino Absalón al rey y le dijo: “Tu siervo tiene ahora el esquileo; te ruego que venga el rey y sus siervos a la casa de tu siervo.” El rey respondió a Absalón: “No, hijo mío, no iremos todos para no serte gravosos.” Y aunque le porfió, no quiso ir, y le bendijo. Entonces le dijo Absalón: “Al menos permite que venga Amnón, mi hermano.” “Y qué ha de ir?” le dijo el rey;" y había dado orden a sus criados, diciendo: “Estad atentos, y cuando el corazón de Amnón se haya alegrado con el vino y os diga yo: Herid a Amnón, matadle, y no temáis, que yo os lo mando. Esforzaos, pues, y tened valor.” Los criados de Absalón hicieron con Amnón lo que Absalón les había mandado; y luego todos los hijos del rey se levantaron, montaron en sus mulos y huyeron." Cuando todavía no estaban de vuelta, llegó a oídos de David el rumor de que Absalón había matado a todos los hijos del rey, sin que ninguno quedara;" y, levantándose David, rasgó sus vestiduras y se echó en tierra, y todos sus servidores rasgaron delante de él sus vestiduras. Jonadab, hijo de Simea, hermano de David, habló y dijo: “No crea mi señor que han muerto todos los jóvenes hijos del rey; es Amnón sólo el que ha muerto, porque era cosa que estaba en los labios de Absalón desde que Amnón forzó a Tamar, su hermana." No crea, pues, mi señor el rey ese rumor que dice: “Han muerto todos los hijos del rey,” porque es sólo Amnón el muerto. Y Absalón huyó.” El joven que hacía de centinela, alzando los ojos, vio venir gran tropel de gentes por el camino de Joronaím, en la bajada, y lo anunció al rey: “He visto gentes que vienen por el camino de Joronaím, por la falda de la montaña.” Entonces dijo Jonadab al rey: “Ya vienen los hijos del rey; es lo que tu siervo ha dicho”;" y apenas acabó de hablar, llegaron los hijos del rey, y, alzando la voz, lloraron. También el rey y sus servidores lloraron con grandes lamentos. Absalón fuese huido a Talmai, hijo de Amiud, rey de Guesur, a la tierra de Maaca, y David lloraba todos los días la ausencia de su hijo. Estuvo allí Absalón, después que huyó a Guesur, tres años;" y rey David se consumía por ver a Absalón, pues de Amnón el muerto, ya se había consolado.
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