Deuteronomio  28, 64-68

y te dispersará Yahvé por entre todos los pueblos del uno al otro cabo de la tierra; y allí servirás a otros dioses que ni tú ni tus padres conocisteis, leño y piedra." Tampoco en medio de estos pueblos tendrás tranquilidad ni hallarás punto donde posar tranquilamente la planta de tus pies; por lo contrario, te dará Yahvé un corazón pávido, unos ojos decaídos y un alma angustiada," y tendrás día y noche la vida pendiente como de un hilo ante ti; día y noche estarás temeroso y no tendrás seguridad;" a la mañana dirás: “¡Oh, si fuese de noche!” Y a la noche dirás: “¡Oh, si fuese de día!,” por el miedo que se apoderará de tu corazón y por lo que tus ojos verán. Acabará Yahvé por haceros volver en naves a Egipto, por el camino de que yo había dicho: “No volverás más por él”; allí seréis ofrecidos a vuestros enemigos en venta como esclavos y esclavas, y no habrá quien os compre.”
Ver contexto