Efesios  1, 5-10

predestinándonos a la adopción de hijos suyos por Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, por la que nos ha hecho gratos en su Amado, en quien tenemos la redención por la virtud de su sangre, la remisión de los pecados, según las riquezas de su gracia, que superabundante mente derramó sobre nosotros en toda sabiduría y prudencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, conforme a su benévolo designio, que se había propuesto, para realizarlo en la plenitud de los tiempos, de recapitular en Cristo todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra.
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