Exodo  2, 22-25

Séfora le parió un hijo, a quien llamó él Gersom, pues dijo: “Extranjero soy en tierra extranjera.” Pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel seguían gimiendo bajo dura servidumbre, y clamaron. Sus gritos, arrancados por la servidumbre, subieron hasta Dios. Y Dios oyó sus gemidos, y se acordó de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob. Miró Dios a los hijos de Israel y atendió.
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