Exodo  22, 10-13

se interpondrá por ambas partes el juramento de Yahvé de no haber puesto el depositario mano sobre el bien de su prójimo. El dueño aceptará el juramento, y el depositario no será obligado a restituir;" pero, si la bestia le fue robada, restituirá al dueño. Si la bestia fuere despedazada, preséntese lo destrozado, y no tendrá que restituir. Si uno pide a otro prestada una bestia, y ésta se estropea o muere no estando presente el dueño, el prestatario será obligado a restituir;"
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