Ezequiel  18, 5-13

El que sea justo y haga juicio y justicia, no banquetee por los montes, y no alce los ojos a los ídolos de la casa de Israel, no deshonre a la mujer de su prójimo y no se llegue a la menstruada, y no oprima a nadie y devuelva al deudor su prenda, no robe y dé pan al hambriento y vestido al desnudo, no dé a logro ni reciba a usura, retraiga su mano del mal y haga juicio de verdad entre hombre y hombre, camine en mis mandatos y guarde mis leyes, obrando rectamente, ése es justo, vivirá, dice Yahvé. Pero, si engendró un hijo violento, vertedor de sangre o que haga una de esas otras cosas, y, no imitando a sus padres, coma por los montes, manche a la mujer de su prójimo, oprima al pobre y al desvalido, robe, no devuelva la prenda, alce los ojos a los ídolos y haga abominaciones, dé a logro y reciba a usura, ¿vivirá éste? No vivirá. Hizo todas esas abominaciones, de cierto morirá. Recaerá su sangre sobre él.
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