Hechos 4, 13-18

Viendo la libertad de Pedro y Juan, y considerando que eran hombres sin letras y plebeyos, se maravillaban, pues los habían conocido de que estaban con Jesús;" y viendo presente al lado de ellos al hombre curado, no sabían qué replicar;" y mandándoles salir fuera del Sanedrín, conferían entre sí, diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque el milagro hecho por ellos es manifiesto, notorio a todos los habitantes de Jerusalén y no podemos negarlo. Pero para que no se difunda más el suceso en el pueblo, conminémosles que no hablen a nadie en este nombre. Y llamándolos, les intimaron no hablar absolutamente ni enseñar en el nombre de Jesús.
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