Isaías 40, 18-20

¿A quién, pues, compararéis a Dios y a qué imagen haréis que se le asemeje? El ídolo es fundido por el artífice, el orfebre la reviste de oro y le adorna con cadenillas de plata. El que es pobre para la ofrenda8, escoge madera incorruptible y busca un buen artífice para erigir un ídolo que no se tambalea.
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