Job  39, 19-25

¿Das tú al caballo la fuerza, revistes su cuello de ondulantes crines? ¿Le enseñas tú a saltar como la langosta, a resoplar fiera y terriblemente? Piafa en el valle y alégrase briosamente, sale al encuentro de las armas, ríese del miedo, no se empavorece, no retrocede ante la espada;" cruje sobre él la aljaba, la llama de la lanza y la saeta;" con estrépito y resoplido sorbe la tierra, no se contiene al sonido del clarín;" cuando resuena la trompeta, dice: “¡Ea!”; y huele de lejos la batalla,el clamor de los jinetes y el tumulto."
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