Joel  2, 30-32

(3) y haré prodigios en el cielo, y en la tierra sangre y fuego y columnas de humo. (4) Y el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y terrible de Yahvé. (5) Y todo el que invocare el nombre de Yahvé será salvo, porque en el monte de Sión y en Jerusa-lén estará el resto de los salvados, como lo ha dicho Yahvé, y lo mismo será de los escapados, llamados por Yahvé.
Ver contexto