Jueces 6, 17-38

Gedeón le dijo: “Si he hallado gracia a tus ojos, dame una señal de que eres tú quien me habla, y no te vayas de aquí hasta que vuelva yo con una ofrenda y te la presente.” Y él le dijo: “Aquí me estaré hasta que tú vuelvas.” Entróse Gedeón y preparó un cabrito, y con un “efá” de harina hizo panes ácimos; y poniendo la carne en un cestillo y el caldo en una olla, los llevó debajo del terebinto y se los presentó." El ángel de Yahvé le dijo: “Coge la carne y los ácimos, ponlos encima de aquella piedra y vierte sobre ellos el caldo.” Hízolo así Gedeón; y el ángel de Yahvé," alzando el báculo que tenía en la mano, tocó con la punta la carne y los panes. Surgió en seguida fuego de la piedra, que consumió la carne y los panes, y el ángel de Yahvé desapareció de su vista. Viendo Gedeón que era el ángel de Yahvé, dijo: “¡Ay, Señor, Yahvé! ¿Entonces he visto cara a cara al ángel de Yahvé?” Díjole Yahvé: “La paz sea contigo; no temas, no morirás.” Gedeón alzó allí un altar a Yahvé y le llamó Yahvé-Salom, que todavía existe en Ofra de Abiezer. Aquella misma noche le dijo Yahvé a Gedeón: “Coge el toro gordo de tu padre, el toro de siete años; derriba el altar de Baal que tiene tu padre y corta la asera que hay cerca," y construye con la leña un altar a Yahvé, tu Dios, en lo alto de este fuerte; y tomando el toro segundo, lo ofreces en holocausto sobre la leña de la asera que cortarás.” Tomó, pues, Gedeón diez hombres de entre sus criados e hizo como le había mandado Yahvé; pero, como no se atreviese a hacerlo de día, por temor de la casa de su padre y de las gentes de la ciudad, lo hizo de noche." Cuando, al levantarse a la mañana siguiente, las gentes de la ciudad vieron que el altar de Baal había sido destruido, cortada la asera que había cerca y el toro segundo ofrecido en holocausto sobre el altar construido, se preguntaban unos a otros: “¿Quién ha hecho esto?” Inquirieron, buscaron, y alguien dijo: “Gedeón, el hijo de Joás, ha hecho esto.” Entonces dijeron a Joás las gentes de la ciudad: “Saca a tu hijo para que muera, pues ha derribado el altar de Baal y ha cortado la asera que estaba cerca.” Joás respondió a todos los que estaban delante de él: “¿Os toca a vosotros defender a Baal? ¿Sois vosotros los que le habéis de salvar a él? Quien tome partido por Baal será muerto hoy mismo. Si Baal es dios, que se deñenda a sí mismo, ya que le han derribado su altar.” Aquel día dieron a Gedeón el nombre de Jerobaal, diciendo: “Que sea Baal quien se vengue de él, pues que ha derribado su altar.” Todo Madián, Amalee y los Bene Quedem se juntaron y pasaron el Jordán; vinieron a acampar en el valle de Jezrael." El espíritu de Yahvé revistió a Gedeón, que tocó la trompeta, y los abiezeritas le siguieron” Envió mensajeros a todo Manases, que se reunió también para seguirle. Mandólos también a Aser, a Zabulón y a Neftalí, que subieron a su encuentro. Dijo Gedeón a Dios: “Si en verdad quieres salvar a Israel por mi mano, como me has dicho, voy a poner un vellón de lana al sereno; si sólo el vellón se cubre de rocío, quedando todo el suelo seco, conoceré que libertarás a Israel por mi mano, como me lo has dicho.” Así sucedió." A la mañana siguiente levantóse muy temprano, y, exprimiendo el vellón, sacó de él el rocío, una cazuela llena de agua.
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