Lucas 8, 4-8

Reunida una gran muchedumbre de los que venían a El de cada ciudad, dijo en parábola: Salió un sembrador a sembrar su simiente, y, al sembrar, una parte cayó junto al camino, y fue pisada, y las aves del cielo la comieron. Otra cayó sobre la peña, y, nacida, se secó por falta de humedad. Y otra cayó en medio de espinas, y, brotando juntamente las espinas, la ahogaron. Otra cayó en tierra buena, y, nacida, dio un fruto céntuplo. Dicho esto, clamó: El que tenga oídos para oír, que oiga.
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