Mateo 7, 26-28

Pero el que me oye estas palabras y no las pone por obra, será semejante al necio, que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa, y cayó con gran ruina. Cuando acabó Jesús estas instrucciones, se maravillaban las muchedumbres de su doctrina,
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