Numeros  18, 9-20

He aquí lo que de las cosas santísimas te corresponderá de las combustiones. Todas sus ofrendas, toda oblación, todo sacrificio expiatorio que me ofrezcan, todas estas cosas, como cosas santísimas, serán para ti y para tus hijos. Las comeréis en lugar santísimo, las comerán todos los varones y serán cosas santas para vosotros. También será tuyo esto otro: lo que de sus dones se reserva, de toda ofrenda mecida de los hijos de Israel; os lo doy a ti y a tus hijos contigo, por estatuto perpetuo; todo el que sea puro de tu casa, lo comerá." Todo lo mejor del aceite, del mosto y del trigo, las primicias de su tierra, que han de traer a Yahvé, tuyas son; todos los que de tu casa estén limpios, comerán de ellos." Todo cuanto en Israel sea consagrado al anatema, te pertenecerá. Todo primogénito de toda carne, así de los hombres como de los animales que han de ofrecer a Yahvé, será tuyo. Harás rescatar los primogénitos de los hombres y los primogénitos de los animales impuros. Harás que sean rescatados cuando tengan un mes, y según tu estimación, en cinco siclos de plata, al siclo del santuario, que es de veinte “güeras”;" pero no aceptarás rescate por el primogénito de una vaca, de una oveja o de una cabra; serán cosas santas; derramarás su sangre en torno del altar, quemarás su sebo en sacrificio de combustión, de olor grato a Yahvé," y su carne será para ti como lo es el pecho que se mece y el brazuelo derecho. Todo cuanto de las cosas santas se reserva, lo que reservan los hijos de Israel para Yahvé, te lo doy a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo en estatuto perpetuo; es pacto de sal perpetuo, ante Yahvé, contigo y con toda tu descendencia." Dijo también Yahvé a Aarón: “Tú no tendrás tu parte de la heredad en su tierra, y no habrá parte para ti en medio de ellos; soy yo tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel."
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