Genesis 1, 13-18

y hubo tarde y mañana, día tercero. Dijo luego Dios: “Haya en el firmamento de los cielos lumbreras para separar el día de la noche y servir de señales a estaciones, días y años;" y luzcan en el firmamento de los cielos, para alumbrar la tierra.” Y así fue. Hizo Dios los dos grandes luminares, el mayor para presidir el día, y el menor para presidir la noche, y las estrellas; y los puso en el firmamento de los cielos para alumbrar la tierra, y presidir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios ser bueno,
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