Genesis 8, 7-12

y, para ver cuánto habían menguado las aguas, soltó un cuervo, que volando iba y venía mientras se secaban las aguas sobre la tierra. Siete días después, para ver si se habían secado ya las aguas sobre la haz de la tierra, soltó una paloma, que, como no hallase dónde hacer pie, se volvió al arca, porque las aguas cubrían todavía la haz de la tierra. Sacó él la mano y, agarrándola, la metió en el arca. Esperó otros siete días, y al cabo de ellos soltó otra vez la paloma, que volvió a él a la tarde, trayendo en el pico una ramita de olivo. Conoció por esto Noé que las aguas no cubrían ya la tierra;" pero todavía esperó otros siete días, y volvió a soltar la paloma, que no volvió más a él.
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