Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
28 (ii) El juicio de Dios contra los judíos (2,1-3,20). Pablo se dirige a un oyente imagi(-)nario que aplaude con entusiasmo su descrip(-)ción del fracaso moral de los paganos. Ese tal no es mejor que el pagano, pues, pese a una cultura moral superior, no hace lo que cabría esperar que hiciera. Por tanto, no escapará al juicio divino.
La identidad del
anthrópos de 2,1-16 es ob(-)jeto de discusión. Para Crisóstomo y Teodoreto era el juez secular o la autoridad romana; para Orígenes, el obispo, sacerdote o diácono cristiano; para T. Zahn, el filósofo o moralista pagano. Pero muchos intérpretes modernos ven en él a un judío que se juzga superior al pagano debido a los privilegios de su pueblo. En 2,17 se menciona explícitamente al judío, y los w. 1-16 parecen ser sólo una preparación para esa identificación. Los w. 12-16 demues(-)tran que el conocimiento de las ordenanzas di(-)vinas no es exclusivo del judío; algunas pres(-)cripciones de la Torá son conocidas incluso para los paganos. El judío es así término im(-)plícito de comparación. Además, estos versícu(-)los sirven de apoyo a 2,9-10, donde judío y griego son puestos en pie de igualdad ante Dios; los w. 1-8 preparan para esta opinión. Por lo tanto, 2,1-16 es una crítica indirecta del judaismo que se vuelve abierta en el v. 17; al fi(-)nal obliga al judío a emitir sentencia contra sí mismo.
Al desarrollar su argumento, Pablo enuncia el principio general del juicio impar(-)cial de Dios (2,1-11), demostrando que la po(-)sesión de la ley no es garantía alguna frente a la ira divina (2,12-16) y anunciando que Dios condenará al judío lo mismo que al gentil (2,17-24) -y esto pese a la circuncisión (2,25-29)-. Véase Sab 11-15; cf. Cranfield,
Romans 137-142; J. M. Bassler,
Divine Impartiality (SBLDS 59, Chicago 1982). Los w. 1-11 y 17-19se consideran a menudo como un ejemplo de
diatribe (-> Teología paulina, 82:12).
29 1.
por eso: Normalmente, la partícula
dio introduce una conclusión de lo que prece(-)de; en este caso es de transición e introduce un tema nuevo,
tú que juzgas: Lit., «quien quiera que juzgas». Tal uso de
anthrópos en una inter(-)pelación es característico de las diatribas en Epicteto (véanse también 2,3; 9,20).
tú mismo te condenas: Lema de esta sección: tú mismo eres pecador y objeto de la ira de Dios.
2.
juicio de Dios: El sustantivo
krima puede significar meramente «pleito» (1 Cor 6,7) o «decisión», «juicio» (Rom 11,33); pero frecuentemente connota «condena», «sentencia adversa» (3,8; 13,2; Gál 5,10), como en este caso. Tal condena recae sobre todos los malhechores «justamen(-)te» (lit., «según la verdad»), sin acepción de personas (2,11).
3.
que te sientas a juzgar: De las dos preguntas que siguen, esta primera po(-)ne de relieve la ilusión del crítico; una vez plan(-)teada, se responde sola.
4.
¿desprecias...?: No es sólo una cuestión de ilusión, sino también de desdén. Despreciar el retraso por parte de Dios en castigar el pecado -retraso que debie(-)ra conducir al arrepentimientoequivale a ma(-)nifestar la culpable negligencia propia (véanse Sab 11,23; 2 Esd 7,74). 5.
atesoras ira: Es decir, razones para la reacción adversa de Dios; véa(-)se el comentario a 1,18.
justo juicio de Dios: La palabra
dikaiokrisia acentúa la equidad de la decisión divina que se ha de dar a conocer el día de la ira; es algo claramente distinto de
dikaiosyné theou (véase el comentario a 1,17). Pablo da a entender que el judío impenitente no se da cuenta de la relación del presente con el juicio venidero de Dios.
6.
dará a cada cual según sus obras: Alusión a Sal 62,13 o Prov 24,12. Pablo no toma prestada simplemente es(-)ta afirmación en un momento de arrebato re(-)tórico; es una parte importante de su enseñan(-)za. Resulta significativo que aquí, en Rom, se afírme antes incluso de abordar la justificación por gracia medíante la fe (3,23-26; cf. 14,10; 2 Cor 5,10). Pero la retribución según las obras se debe entender sobre el telón de fondo de la justificación por la fe (Kasemann,
Romans 58; -> Teología paulina, 82:138). 7.
vida eterna: La recompensa de quienes realizan pacientemen(-)te buenas obras es una vida que se ha de dis(-)frutar «para siempre con el Señor» (1 Tes 4,17; cf. Rom 5,21; 6,22-23). Para el trasfondo del AT, véase Dn 12,2. Es vida en el
aión, «era/mundo», venidero.
8.
pero para los que se bus(-)can a sí mismos: Frase difícil, a menudo mal entendida por los comentaristas. Etimológica(-)mente,
eritheia se relaciona con
erithos, «paga de mercenario»; Aristóteles (
Política 5.3) usaba
eritheia para denotar «egoísmo», «ambición egoísta», en un contexto político (véase Ba(-)rrett,
Romans 47). Pero a menudo aparece en contextos de «contienda»
(eris) y con frecuen(-)cia se confundía con ésta en el uso popular (véanse Gál 5,20; Flp 1,17; 2,3; 2 Cor 12,20). De ahí que algunos comentaristas entiendan que en el caso que nos ocupa significa «rebeldes» (Lagrange, Lietzmann, Lyonnet). En realidad, ambos significados encajan en el contexto: no son quienes persiguen pacientemente el bien, y su suerte es la ira divina. 9.
tribulación y angustia: Expresión protológica del AT (Dt 28,53.55.57), que expresa el desagrado divino manifestado respecto a los seres humanos en esta vida (cf. Rom 8,35). Los vv. 9-10 reformulan los vv. 7-8, aplicando en orden inverso los efectos de la ira a quienes hacen el mal; ade(-)más refunden desde la óptica de judíos y grie(-)gos lo ya dicho en 1,18.
sobre todo ser humano: Lit., «alma»
(psyché). Según Lagrange, estos castigos han de afectar específicamente al «al(-)ma», pero ésa es una interpretación demasiado helenística. Es más probable que Pablo esté usando
psyché como el
nepes del AT (Lv 24,17; Nm 19,20), como un aspecto del «ser humano» (-> Teología paulina, 82:104).
el judío primero y también el griego: Véase el comentario a 1,16. Puesto que ha recibido privilegios únicos en la historia de la salvación, el judío es más res(-)ponsable cuando peca; pero cuando hace lo que es correcto es el primero en recibir su recompensa. El gentil no es dejado de lado. 11.
Dios no tiene favoritismos: Lit., «no hay par(-)cialidad en Dios». Pablo usa
prosópolémpsia, «parcialidad», una palabra encontrada sólo en escritos cristianos, pero acuñada a partir de una expresión de los LXX,
prosópon lambanein, trad. del hebr.
pánim nasa, «levantar la cara». Denota el acto benevolente de alguien que levanta la cara de una persona mostrándo(-)le favor (Mal 1,8; Lv 19,15). Tal «levantar la ca(-)ra» no se encuentra en Dios.
Así, Pablo sinteti(-)za el principio subyacente tras su análisis de 2,1-11: Dios no tiene acepción de personas; pe(-)se a sus privilegios, los judíos no saldrán mejor librados que los gentiles, a menos que hagan lo que se supone que deben hacer.
30 12.
sin la ley: No simplemente «sin una ley», sino específicamente sin la ley mosaica. El contexto se ocupa de los gentiles que vivían sin la ventaja de la legislación mosaica. Si pe(-)can sin conocimiento de sus prescripciones, pueden perecer sin relación con ella; su peca(-)do conlleva su propia condena, aun cuando no se les aplica la ley. En esto, Pablo va contra las nociones judías habituales,
cuantos pecaron bajo la ley: La expresión
en nomo (sin artículo) se refiere a la misma ley mosaica. Los comen(-)taristas han intentado en ocasiones establecer una distinción entre el uso que Pablo hace de
ho nomos, «la ley (mosaica)», y
nomos, «ley» (en general, o incluso ley «natural»); pero esta distinción carece de apoyo filológico sólido (pese a
ZBG § 177; -> Teología paulina, 82:90). Lo que los seres humanos hacen es el criterio por el cual serán juzgados, y esto se explica en los dos versículos siguientes.
13.
oyentes de la ley: El judío no es recto ante Dios simplemen(-)te porque conozca las prescripciones de la Torá por haberlas oído leer cada sábado. Pablo utiliza una conocida distinción parenética en(-)tre conocimiento y acción,
los que cumplen la ley: Pablo adopta una perspectiva judía en su argumentación y se hace eco implícitamente de Lv 18,5 («quien observe estas cosas encon(-)trará vida»),
serán hechos rectos: El vb. fut. permite ver la naturaleza escatológica y foren(-)se de la justificación esperada en el juicio, de acuerdo con la perspectiva judía adoptada (-> Teología paulina, 82:68).
14.
cuando los genti(-)les que no tienen la ley: Este versículo y el si(-)guiente explican por qué los gentiles, sin co(-)nocer la ley mosaica, serán castigados (2,12).
observan instintivamente: Lit., «por naturale(-)za»
(physei), es decir, por el orden habitual y natural de las cosas (BAGD 869), prescindien(-)do de cualquier revelación positiva. Siguiendo la orientación de la
physis, los gentiles elabo(-)ran normas de conducta para sí mismos y co(-)nocen al menos algunas de las prescripciones de la Torá judía,
lo que la ley prescribe: Lit., «las cosas de la ley», expresión que no se debe entender de manera demasiado rígida, como si se refiriera a cada uno de los preceptos de la Torá. Pues, aunque Pablo admite que los gen(-)tiles observan «las cosas de la ley», su declara(-)ción está formulada con una oración temporal indeterminada, «siempre que...»,
aun cuando no tengan la ley: Es decir, la ventaja de una le(-)gislación revelada, como la tenían los judíos.
son (una/la) ley para sí mismos: Porque tienen en ellos la
physis como guía de su conducta, guía que es «no sólo relativa o psicológica, si(-)no absoluta y objetiva» (Michel,
Rómer 78). Pablo habla de
ethné, «gentiles»; no quiere de(-)cir «todos los gentiles», ni presupone de hecho la observancia perfecta de todos los preceptos. Usa
physei en un contexto que hace referencia principalmente al conocimiento: aun sin la ley, los gentiles saben instintivamente lo que se ha de hacer. No le da a ese término el significado de «por naturaleza» en contraposición a «por gracia»; así, su punto de vista no es el del pro(-)blema teológico posterior de si la voluntad del pagano basta
physei para obedecer la ley natu(-)ral. 15.
demuestran que lo que la ley requiere es(-)tá escrito en sus corazones: Lit., «la obra de la ley está escrita». Pablo utiliza el sg. de la ex(-)presión que en otros lugares emplea en pl. en sentido peyorativo,
erga nomou, «las obras de la ley» (3,20.28; Gál 2,16; 3,2.5.10), o simple(-)mente
erga (4,2.6; 9,12.32; 11,6). Son las obras que prescribe la ley. Para esta expresión em(-)pleada a modo de eslogan, -> Teología paulina, 82:100. Pablo afirma tal conocimiento como una condición presente y real de la conciencia gentil,
sus pensamientos arguyen sus razones a favor y en contra: Esta versión de una senten(-)cia difícil entiende que
metaxy allélón, «entre unos y otros», se refiere al debate entablado entre los pensamientos íntimos en la concien(-)cia gentil; dicho debate versaría sobre la con(-)ducta de los gentiles (así Cranfield,
Romans 162; Kasemann,
Romans 66). Algunos comen(-)taristas entienden que se refiere a los pensa(-)mientos que critican o defienden los actos de otros, «en sus relaciones recíprocas». Esto, sin embargo, resulta rocambolesco. 16. Lógica(-)mente, este versículo sigue a 2,13; algunos co(-)mentaristas indican que los w. 14-15 son parentéticos o incluso que están desplazados. La tradición ms., sin embargo, es constante. Pa(-)blo no pretende decir que la conciencia gentil funcionará sólo en el día del juicio, sino que dará testimonio especialmente ese día. «Tal autocrítica anticipa el juicio final, como en Sab 1,5-10» (Kasemann,
Romans 66).
cuando Dios juzgará por Jesucristo: Los judíos de aquella época esperaban que Yahvé realizara el juicio por medio de un Elegido
(1 Hen 45,3-6). Pablo aplica esta creencia a Jesús.
La locu(-)ción prep.
dia Christou hace referencia a la mediación de Cristo en su papel escatológico (-> Teología paulina, 82:118).
según mi evange(-)lio: La proclamación del papel de Cristo en el juicio escatológico forma parte de la «buena noticia» de la salvación que anuncia Pablo (? Teología paulina, 82:31-36). Para Pablo se tra(-)ta de un juicio salvífico.
31 17.
te dices judío: En este momento se presenta al crítico imaginario con el nombre que en la diáspora se da habitualmente a los miembros del pueblo elegido. Ésta es la pri(-)mera de las dos series de cinco y cuatro frases zahirientes, alineadas paralácticamente, en las que Pablo compendia la pretensión judía: soy judío; confío en la ley; me glorío en Yahvé (cf. Jr 9,23;
SalSl 17,1); entiendo su voluntad; instruido por la ley, sé lo que está bien y lo que está mal. 19-20. Cuatro sarcasmos más revelan la actitud del judío respecto a los de(-)más. Pablo no niega los privilegios de Israel (9,4-5), pero ve la mentira con demasiada cla(-)ridad en la habitual autocomplacencia judía.
21.
¿a ti mismo no te enseñas?: La compleja oración iniciada en 2,17 no ha terminado; Pa(-)blo se detiene e interpela directamente al ju(-)dío con cinco preguntas mordaces (2,21-23) que revelan la escisión existente entre la ense(-)ñanza del judío y sus obras (Sal 50,16-21).
no robarás: Éx 20,15.
32 25. Pablo se adelanta a una objeción: «Quizá nosotros los judíos no observamos la ley como debiéramos, pero al menos estamos circuncidados». Pablo también rechaza este argumento,
circuncisión: El «signo de la alian(-)za» (Gn 17,10-11;
Jub 15,28; cf Rom 4,11) in(-)corporaba al varón al pueblo elegido de Dios y le aseguraba la vida en el mundo venidero (J. P. Hyatt,
IDB 1. 629-631). Pablo no niega el va(-)lor de la circuncisión ni la herencia de Israel por ella indicada (Lv 18,5; Dt 30,16).
26.
¿no se tendrá su incircuncisión como circuncisión?: Esta valiente pregunta de Pablo, que equipara a un pagano bueno con un judío circuncidado, habría sido una abominación a oídos farisai(-)cos (cf. Gál 5,6).
27. Recuérdese 2,14-15.
28.
el verdadero judío: Momento culminante del pen(-)samiento de Pablo: a las actitudes religiosas judías de su época les contrapone el principio de la motivación interior de los actos huma(-)nos -la circuncisión del corazón, ya proclama(-)da en el AT (Dt 10,16; 30,6; Jr 4,4; 9,24-25; Ez 44,9)-. Pues Dios no se relaciona con los seres humanos según las apariencias exteriores, si(-)no que, «por medio de Cristo Jesús», «juzga los secretos» que aquéllos encierran (2,16).
29.
la verdadera circuncisión es la del corazón, algo del Espíritu, no de la letra: En 2 Cor 3,6, el con(-)traste entre el Espíritu y la letra es una mane(-)ra sucinta de compendiar las diferentes reali(-)dades de las dos dispensaciones, la nueva y la antigua. Ésta se hallaba regida por un código escrito, una norma extrínseca que se debía ob(-)servar y estimar; aquélla está vitalizada por el don del Espíritu dado por Dios, un principio intrínseco que reestructura a los seres huma(-)nos y cambia su conducta. Así, la idea veterotestamentaria de la circuncisión del corazón asume un matiz nuevo; no es simplemente una circuncisión espiritual del corazón huma(-)no, sino una circuncisión que brota del Espíri(-)tu de Cristo mismo,
su alabanza no procede de los hombres, sino de Dios: El verdadero judío es el israelita de corazón circuncidado, que se(-)rá reconocido como tal por Dios y de él recibi(-)rá su alabanza. Alguien así no se preocupa de la alabanza de los mortales que puedan perca(-)tarse de su fidelidad a la Torá. Pablo tal vez esté jugando con el significado del sustantivo hebr. equivalente a «judío»,
yehüdi, derivado del nombre patriarcal Judá (
Yéhüdá). Una eti(-)mología popular lo explicaba como la pasiva de
hódá, «alabado». La persona de corazón circuncidado es la «alabada» a los ojos de Dios, el verdadero «judío».