Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
33 La anterior exposición de Pablo po(-)dría dar a entender que los judíos en realidad no tienen ventaja alguna sobre los gentiles, pe(-)se a la buena disposición de Pablo a conce(-)derles cierta precedencia (1,16; 2,9-10). Ahora, en el cap. 3, responde a un objetor imaginario insistiendo en su idea y volviendo sobre su te(-)sis: pese a los oráculos divinos de salvación re(-)cogidos en los libros sagrados, la ira de Dios estallará también sobre los judíos. Los w. 1-9 constituyen el primer párrafo del cap. 3. Di(-)cho párrafo desarrolla íntegramente el argu(-)mento de Pablo, considerando objeciones que podrían proceder de otro judío. No es una di(-)gresión (pese a M. Black,
Romans [Grand Ra(-)pids 1981] 62; C. H. Dodd,
The Epistle ofPaul to the Romans [Nueva York 1932] 46; Kásemann,
Romans 78), ni carece de unidad o co(-)herencia. Es un argumento dialógico en el que Pablo contrapone su enseñanza sobre la fe cristiana a la fidelidad a la Torá de un judío de su época. Pablo controla el diálogo y, como los maestros antiguos que utilizaban la diatriba (->Teología paulina, 82:12), guía la discusión con un interlocutor judío imaginario. El v. 3 plantea la cuestión principal que domina la entera discusión.
Los vv. 1-4 exponen la venta(-)ja del judío en virtud de la fidelidad de Dios a sus promesas y oráculos; los w. 5-8 tratan la objeción del libertinaje, y el v. 9 permite a Pa(-)blo reformular la tesis básica de todo el desa(-)rrollo negativo de su tema: todos los seres hu(-)manos, tanto judíos como griegos, están bajo el poder del pecado cuando están sin el evan(-)gelio. A lo largo de estos nueve versículos, la primera pl. (nosotros, nuestro) se ha de enten(-)der de Pablo y el judío imaginario con el que está dialogando. Véase S. K. Stowers,
CBQ 46 (1984)707-22.
34 1.
¿qué ventaja hay, pues, en ser judío?: Si la posesión de la ley y la circuncisión no sig(-)nifican nada, ¿qué ventaja tiene un miembro del pueblo elegido?
2.
en primer lugar: Pablo admite mucha ventaja al empezar así su expli(-)cación, pero no llega a dar un segundo ni un tercer punto. Por el contrario, su primera ven(-)taja provoca ulteriores comentarios sobre la infidelidad de Israel,
las declaraciones de Dios: La posesión de éstas es una ventaja obvia. En los LXX,
ta logia tou theou (Sal 106,11; Nm 24,4.16) denota los «oráculos de Dios» entre(-)gados a los profetas para que éstos los comu(-)nicaran al pueblo del Señor; dichos oráculos incluyen, no sólo revelaciones y promesas, si(-)no también normas de conducta. Como en otros lugares del NT (Heb 5,12; 1 Pe 4,11), es(-)ta expresión se refiere al AT en general como palabras de Dios relativas a la salvación. Nada en la expresión como tal, ni en el contexto, restringe su significado a las promesas mesiánicas.
3.
pues ¿qué? Si algunos de ellos fueron infieles: Puesto que
apistein puede significar «negarse a creer» o «ser infiel» (BAGD 85), en este caso se podría entender cualquiera de los dos sentidos o ambos, pues se podrían citar numerosos ejemplos veterotestamentarios de la incredulidad (Nm 14; Éx 15,22-16,36) o in(-)fidelidad (1 Re 18,21; Os 4,1-2) históricas de Israel. Pablo no lo restringe en modo alguno temporalmente; ni está pensando en el «resto» (9,27; 11,5) que aceptó a Cristo y se convirtió en la Iglesia judeocristiana.
¿puede su infideli(-)dad anular la fidelidad de Dios?: Como deposi(-)tarios de las declaraciones divinas, los judíos poseían las protestas de fidelidad de Yahvé al pueblo de su alianza (Éx 34,6-7; Os 2,18-23; Nm 23,19). Su fidelidad a tales declaraciones ¿no dependía de la fidelidad de Israel a él?
4.
¡de ninguna manera!: La insinuación de una infidelidad de Dios es rechazada con la indig(-)nada negación
me genoito (en realidad un ju(-)ramento negativo, «¡Que no sea así!» BDF 384). En los LXX traduce el hebr.
halilá, «lejos de (mí)». La fidelidad de Dios no se mide por la fidelidad humana: esto es básico en la ense(-)ñanza de Pablo sobre la rectitud. Dios es siem(-)pre recto y justificará a Israel (3,26).
Dios tiene que ser veraz aunque todo ser humano sea un mentiroso: Al aplicar
alethes a Dios, Pablo jue(-)ga con sus dos significados: (1) «veraz», «hon(-)rado»; (2) «fiel», «leal». Aunque el segundo se pretende claramente en el contexto, el primero no se puede excluir, debido a la alusión a Sal 116,11(LXX 115,2), que llama mentirosos a los seres humanos,
como está escrito: Véase el comentario a 1,17. Pablo cita Sal 51,6, no se(-)gún el TM («que seas justificado en tu senten(-)cia, vindicado cuando condenes»), sino según los LXX («que seas justificado en tus palabras y triunfes al ser juzgado»). En el TM, el salmis(-)ta admite que, aun cuando la sentencia divina recaiga sobre David por su pecado con Betsabé, el pueblo sabrá que Dios es recto. Pero en los LXX se pierde la connotación de «senten(-)cia», y «en tus palabras» se refiere a «declara(-)ciones» (como en Rom 3,2), de manera que in(-)cluso en su infidelidad David aprende de la fidelidad de Dios, «no seré infiel a David» (Sal 89,36). Pablo cita al salmista para confirmar su argumento de que Yahvé siempre se ha mos(-)trado fiel a sus declaraciones.
5.
si nuestra mal(-)dad realza la rectitud de Dios: La diatriba llega a una conclusión lógica que se podría sacar del argumento de Pablo. Si la infidelidad de David no anuló la fidelidad de Dios, sino que más bien la hizo manifiesta, la maldad humana provocará la manifestación de la rectitud de Dios (como atributo; véase el comentario a 1,17; cf. A. Schlatter,
Gottes Gerechtigkeit). ¿es Dios injusto al descargar su ira (sobre noso(-)tros)?: No hay contradicción en la manifesta(-)ción de la rectitud y la ira divinas. Tras esta ob(-)jeción subyace la teoría de que, si la maldad humana realza la rectitud y fidelidad absoluto(-)ria de Dios, éste sería injusto al descargar su ira. 6.
¡de ninguna manera!: Pablo vuelve a re(-)chazar categóricamente la noción de gracia ba(-)rata para Israel; véase el comentario a 3,4.
de otro modo, ¿cómo podría Dios juzgar al mundo: Una creencia judía fundamental consideraba a Yahvé el juez escatológico del mundo (Is 66,16; Jl 3,12; Sal 94,2; 96,13). 7.
si la verdad de Dios...: En realidad, ésta es la misma objeción de 3,5, con la simple inclusión de un tercer atributo. 8. Pablo no se molesta en refutar el sofisma que entrañaba la acusación hecha con(-)tra él (o contra los cristianos en general).
En un aparte parentético se limita a rechazar tal imputación (véase Cranfield,
Romans 185-87).
9.
entonces, ¿qué? ¿Estamos (los judíos) en des(-)ventaja? ¡No del todo!: El v. 9a encierra tres di(-)ficultades. (1) Un problema textual. La lectura preferida en las ediciones críticas del NT es
tí oun; proechometha; ou pantos (dos preguntas y una respuesta, como en los mss. K, B, 0219 y la tradición textual koiné). Pero los mss. A y L leen el subjunt.
proechometha (como una pre(-)gunta deliberativa), mientras que los mss. D, G, 104 y algunos autores patrísticos tienen
prokatechomen; perisson, «¿Tenemos una ven(-)taja previa? ¡Sin lugar a dudas!». Esta última lectura reemplazó a las otras debido a la ambi(-)güedad de
proechometha. (2) La puntuación. ¿Debe seguir un signo de interrogación a
tí oun (marcando una objeción tipo diatriba) o no (haciendo así de
tí el objeto del vb., «¿qué ven(-)taja tenemos, pues?»)? Muchos comentaristas prefieren la primera opción. (3) La voz del vb.
proechometha. En activa,
proechein significa «sobresalir, superar, tener ventaja» (véase Jo(-)sefo,
Ant. 7.10.2 § 237). Pero
proechometha es una forma media-pasiva, y muchos comenta(-)ristas han intentado tomarla como media con valor de act. (así Barrett, Cranfield, Kasemann, Lagrange, C. Maurer,
TDNT 6.692-693): «¿Te(-)nemos ventaja (los judíos)? ¡No del todo!». Aunque, en general, tal uso de la voz media es posible (BDF 316.1), no hay testimoniado nin(-)gún ejemplo de este uso en el caso de
proe(-)chein. Junto con un grupo minoritario de comentaristas (Goodspeed, Lightfoot, SandayHeadlam, Stowers), prefiero el significado pas. de
proechometha: «Somos (los judíos) aventa(-)jados (por los demás)?». Tal significado no es inadecuado tras los w. 1-8; más bien es la pre(-)gunta culminante del diálogo de Pablo con un judío de su época, ya que le permite afirmar lo que afirma en el v. 9b.
ya hemos demostrado que todos están bajo (el poder de) el pecado: Te(-)sis fundamental de Pablo acerca de la condi(-)ción humana sin el evangelio (3,23; 5,12). Esta es la primera vez que se menciona el «pecado» en Rom. Pablo lo personifica como un amo que domina a un esclavo; mantiene a los seres humanos cautivos suyos (-> Teología paulina, 82:82-88; Pensamiento del AT, 77:125-31).
35 10-18. Tras el diálogo con otro judío en los vv. 1-9, Pablo cita una
catena de textos del AT para demostrar que tiene razón. Pablo utiliza un subgénero literario llamado
«testi(-)monia», que ensarta versículos del AT para ilustrar un tema común. Estuvo en uso en el judaismo palestinense precristiano y se ha en(-)contrado en la LQ (4QTest; -> Apócrifos, 67:91; cf. Fitzmyer,
ESBNT 59-89). En este caso se ensartan pasajes de Salmos y Profetas para ilustrar el tema del carácter pecaminoso de to(-)dos los seres humanos. Posiblemente Pablo hace uso de una
catena ya existente (así M. Di(-)belius,
TRu 3 [1931] 228). Los textos están sa(-)cados de Sal 14,1-3 (o 53,2-4); 5,10; 140,4; 10,7; 36,2 e Is 59,7-8; están vinculados por la mención de partes del cuerpo: garganta, len(-)gua, labios, boca, pies y ojos. Así, todo ser hu(-)mano se encuentra envuelto en el pecado a los ojos de Dios. Al citar tales textos, Pablo utiliza los propios oráculos de los judíos para demos(-)trar que, lo mismo que los gentiles, también ellos están «bajo el pecado».
36 19.
la ley: Aunque ninguna de las citas de 3,10-18 procede de la Torá, Pablo se refiere aquí a todo el AT, «la ley» (cf. 1 Cor 14,21), al nombrarlo a la manera judía por su parte do(-)tada de mayor autoridad,
para quienes están bajo la ley: En el AT mismo, que habla sobre todo a los judíos, Pablo encuentra apoyo para su tesis,
que el mundo entero se reconozca res(-)ponsable ante Dios: Lit., «quede sometido al juicio de Dios». La universalidad del fracaso moral humano sin el evangelio queda subra(-)yada por el triple uso de
pas, «todo», «cada», en 3,19-20. Así, el v. 9b queda expresado so(-)lemnemente de otra manera.
20.
por observar la ley: Lit., «en virtud de las obras de la ley (mosaica)»; véase el comentario a 2,15. Éstas no son simplemente «buenas obras», sino aquellas realizadas en obediencia a la ley y consideradas por los judíos como el medio de alcanzar la rectitud ante Dios,
ningún ser hu(-)mano será hecho recto en su presencia: Cita im(-)plícita de Sal 143,2, salmo de lamentación per(-)sonal en el cual el salmista, consciente de su pecado y de la rectitud trascendente de Dios, confiesa su incapacidad para justificarse. En vez de intentar esa vía, apela para su justifica(-)ción a la «fidelidad» (en gr.
alétheia = el hebr.
émüná) y «rectitud» (en gr.
dikaiosyné = el hebr.
sedeq) características de Dios. Véase el comentario a 1,17. El TM del salmo dice: «Ningún ser vivo es recto ante ti»; pero Pablo cita los LXX, donde se usa el tiempo fut., y cambia «ser vivo» por «carne», utilizando un hebraísmo (Is 40,5). Además añade significati(-)vamente «por las obras de la ley». Por tanto, adapta el grito del salmista a un problema es(-)pecífico: la consecución de la rectitud a través de la ley. Cf. Gál 2,16.
Que ningún ser humano es recto ante Dios es también un principio esenio en la LQ (1QS 11,9-12; 1QH 4,29-31; 7,16; 12,19).
a través de la ley (llega) el verdadero co(-)nocimiento del pecado: En estas palabras se prefigura la discusión que se ha de desarrollar más tarde sobre el papel de la ley en la histo(-)ria humana (7,7-8,4). La ley da a los seres hu(-)manos una percepción reai
(epignosis) del pe(-)cado; -> Teología paulina, 82:94. Sin la ley, los seres humanos obrarían mal, pero sus malda(-)des no serían reconocidas como transgresio(-)nes (4,15; 5,13), es decir, actos de rebelión con(-)tra la voluntad expresa de Dios. Pero si la ley declara a la gente pecadora y la hace cons(-)ciente de su condición, a fortiori el judío al que va dirigida la ley será objeto de la ira de Dios tanto como el pagano, cuya perversión y degradación morales revelan su condición.
37 (c) El tema explicado positivamente: LA RECTITUD DE DlOS SE MANIFIESTA A TRAVÉS DE Cristo y es percibida por la fe (3,21-31). Pa(-)blo ha desarrollado su tema antitéticamente poniendo de manifiesto cómo la condición misma de los seres humanos sin el evangelio atrae la ira de Dios de manera imparcial tanto sobre el judío como sobre el griego. Ahora va a demostrar que con la venida de Jesucristo, cuya misión fue una manifestación de la rec(-)titud divina, dio comienzo en la historia hu(-)mana una época nueva. Así, el evangelio que proclama su venida, y los efectos de dicha pro(-)clamación, son «la fuerza de Dios para la sal(-)vación de todo el que tiene fe» (1,16). Pablo pasa ahora a explicar positivamente cómo es(-)to es así. Los vv 21-31 son la parte más im(-)portante de Rom, pues de hecho formulan la esencia del evangelio de Pablo: la salvación por la fe en el acontecimiento Cristo. En ellos se desarrolla el tema de la manifestación de la rectitud divina al tratar Pablo de (1) su rela(-)ción con la ley (3,21); (2) su destino universal (3,22); (3) su necesidad (3,23); (4) su naturale(-)za y gratuidad (3,24a); (5) su manera de mani(-)festarse (3,24b-25a); su finalidad (3,25b-26); y (7) sus polémicas consecuencias (3,27-31).
38 21.
pero ahora: El adv. «ahora» es tem(-)poral, señala la nueva era inaugurada. Esta sustituye la ley, la circuncisión y las promesas. La época de la ira cede también el paso a la de la rectitud de Dios. Este es el primer uso del «"ahora escatológico» en Rom; véanse ade(-)más 3,26; 5,9.11; 6,22; 7,6; 8,1.18; 11,5.30.31; 13,11.
independientemente de la ley: Pablo in(-)siste: la ley mosaica no tiene nada que ver con esta nueva manifestación de la rectitud de Dios -al menos directamente (cf. Gál 2,19)-. La dispensación cristiana de la justificación es independiente de la ley y está destinada a sus(-)tituirla y darle cumplimiento (Rom 10,4).
la rectitud de Dios se ha manifestado: Es decir, se ha revelado la cualidad divina de la rectitud; véase el comentario a 1,17 (cf. U. Wilckens,
An die Rómer 1.187). Es la munificente y podero(-)sa rectitud de Dios por la cual éste absuelve a su pueblo pecador en un juicio justo (-> Teolo(-)gía paulina, 82:39).
aunque la ley y los profetas dan testimonio: El AT fue objeto de privilegios con el fin de que sirviera de preparación para esta manifestación de la rectitud de Dios (Rom 1,2; Gál 3,23-25). De hecho todavía da testimonio (el ptc. pres. expresa contempora(-)neidad respecto al vb. principal); Rom 4,1-25 puede ilustrarlo. Para la «ley y los profetas» como representación del AT, véanse Hch 13,15; 24,14; 28,23; Mt 5,17; 7,12; 11,13 (cf. Kasemann,
Romans 93).
22.
por medio de la fe en Jesucristo: Lit., «por medio de la fe de Jesu(-)cristo». El sentido del gen. es objeto de dis(-)cusión. Unos lo entienden como subjetivo (G. Howard,
HTR 60 [1967] 459-65;
ExpTim 85 [1973-74] 212-15; L. T. Johnson,
CBQ 44 [1982] 77-90), de manera que significaría «por medio de la fidelidad (u obediencia) de Jésucristo». Aunque esto pueda parecer verosímil, va en contra de la idea central de la teología de Pablo, de ahí que muchos comentaristas pre(-)fieran considerarlo un gen. objetivo, como en 3,26; Gál 2,16.20 (así, entre otros, Cranfield,
Romans 203; Kasemann,
Romans 94; Wilckens,
An die Rómer 1. 188). Pablo no está pensando en la fidelidad de Cristo al Padre; ni la propo(-)ne como modelo de conducta cristiana. Cristo como tal es más bien la manifestación concre(-)ta de la rectitud divina, y mediante la fe en él los seres humanos se apropian los efectos de esa rectitud manifestada. De hecho, sólo quie(-)nes tienen los ojos de la fe pueden entender dicha rectitud divina (-« Teología paulina, 82:109-10).
para todos los que tienen fe: Desti(-)no universal de los efectos de la rectitud de Dios. Esta forma breve de la expresión
(eis pantas) se prefiere normalmente a una lectura inferior recogida en algunos mss. (D, G) y en la Vg, «para todos y sobre todos los que...» (
eis pantas kai epi pantas). sin distinción: De judío ogriego (véase 10,12).
39 23.
todos pecaron: La salvación cristia(-)na, que abarca a todos los seres humanos, ha(-)ce frente a la universalidad del pecado entre ellos.
Pablo está pensando primeramente en los dos grupos históricos de la humanidad, ju(-)díos y griegos; sin embargo, su formulación absoluta connota la idea de «todos los indivi(-)duos». El gr.
hamartanein conserva en el NT su significado básico, «errar el tiro» (es decir, no alcanzar la meta moral), como en el griego clásico y los LXX; pero también connota transgresión de la costumbre, la ley o la vo(-)luntad divina. «Pecar» significa cometer actos personales e individuales de pensamiento o de obra de los cuales se derivan resultados de gran maldad (
TDNT 1.296-302.308-11;
EWNT 1.157-65; ? Teología paulina, 82:82). (No se hace referencia en estas líneas al pecado origi(-)nal, ni al pecado como
hahitus). están privados de la gloria de Dios: Debido a sus pecados, to(-)dos los seres humanos se quedan sin partici(-)par de la gloria de Dios. Sobre «gloria», véase el comentario a 1,23. Para Pablo, se convierte en un modo de expresar el destino escatoló(-)gico de los seres humanos; se entiende que la
doxa se les comunica cuando se acercan a Dios (2 Cor 3,18; 4,6). Alejados de la presencia íntima de Dios por el pecado, están privados de aquello a lo que estaban destinados; de ahí que se queden sin su prevista participación en la presencia de Dios. El gr.
hysterein signiñca «llegar demasiado tarde», «fallar por culpa de uno mismo»; de ahí «carecer», «quedarse sin» (la voz media utilizada en este caso da a en(-)tender que, debido a sus actos, los seres hu(-)manos se han quedado sin esta meta moral). No parece haber razón alguna para pensar que Pablo se esté refiriendo a la noción que los ju(-)díos de aquella época tenían sobre Adán (y Eva), revestido(s) de gloria antes de su pecado
(ApMo 20,2 [
AOT 163]; cf. 1QS 4,23; CD 3,20).
40 24. Los vv. 24-26a se consideran con frecuencia la inserción de una declaración prepaulina acerca de la justiñcación, declaración que es de este tenor: «Son justificados gratui(-)tamente por medio de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió como un medio de expiación por su sangre, para mani(-)festar la rectitud de Dios, por la remisión de los pecados pasados (cometidos) en el tiempo de la paciencia de Dios» (véase J. Reumann,
«Righteousness» in the New Testament [Filadel(-)fia 1982] 36-38; cf. K. Kertelge,
«Rechtfertigung» bei Paulus [NTAbh ns 3, Münster 1967] 48-62). Las modificaciones hechas por Pablo a esta declaración consisten en la adición de las expresiones «por su gracia» (añadida después de «gratuitamente» en el v. 24a), «(para ser re(-)cibida) mediante la fe» (añadida después de «sangre» en el v. 25a) y «para mostrar su recti(-)tud en el tiempo presente, para ser recto y al mismo tiempo justificador del (que vive) en la fe en Jesús» (v. 26b-c). Véanse además S. K. Williams,
JBL 99 (1980) 241-90
; Jesús Death as Saving Event (HDR 2, Missoula 1975); B. F. Meyer,
NTS 29 (1983) 198-208.
(pero están) siendo justificados: O «hechos rectos» por medio de la poderosa declaración absolutoria de Dios. Los seres humanos alcanzan esa condición de rec(-)titud ante el tribunal de Dios a la que apuntaba el judío de la dispensación de antaño al inten(-)tar cumplir las obras de la ley. Se encuentran, sin embargo, con que dicha condición no se al(-)canza por algo que esté dentro de ellos o en su mano. Pablo afirma esto a la luz de su propia experiencia de conversión y de las posteriores controversias judaizantes, y pasa a expresar la nueva relación de los seres humanos con Dios en términos legales y jurídicos. Pablo quiere decir que un ser humano pecador no es sólo «declarado recto», sino que es hecho recto (véase 5,19), pues la justificación como efecto del acontecimiento Cristo también se puede ver como una «nueva creación», en la cual el pecador se convierte en la «rectitud de Dios» misma (2 Cor 5,17-21; ? Teología paulina, 82:68-70).
gratuitamente: Es decir, «de balde», «por nada». Este término prepaulino excluye la posibilidad de que alguien pueda merecer la justificación; es puro don de Dios,
por su gracia: Esta explicación redundante de «gra(-)tuitamente» fue añadida por Pablo a la for(-)mulación adoptada. A su modo de ver, la dis(-)pensación cristiana se debe totalmente a la misericordiosa y gratuita benevolencia de Dios Padre. Al usar
charis, Pablo no está pensando en la noción veterotestamentaria
áehesed, «be(-)nevolencia», raíz de la relación de alianza de Dios con su pueblo. Una idea parecida se en(-)cuentra en la LQ (1QH 6,9; 7,27).
mediante la redención realizada en Cristo Jesús: Al utilizar esta formulación prepaulina, Pablo adopta un segundo modo de expresar un efecto del acon(-)tecimiento Cristo; los seres humanos no sólo son «justificados» por Cristo Jesús, sino que también son «redimidos» por él. El gr.
apolytrósis, «redención», denotaba en el mundo grecorromano la recuperación de un esclavo o cautivo mediante el pago de un rescate (
lytron, BAGD 96; cf.
EWNT 1. 331-36). Se discute si esta noción tiene únicamente un trasfondo gre(-)corromano; ? Teología paulina, 82:75.
En cual(-)quier caso, el término denota una liberación o rescate de la humanidad por parte de Cristo Jesús (véanse 8,23; 1 Cor 1,30), una ampliación de lo llevado a cabo por Dios mismo en favor de Israel en el éxodo (Sal 78,35). Dicho rescate ya tuvo lugar en principio en la muerte y re(-)surrección de Jesús (3,25), pero su fase defi(-)nitiva no ha llegado todavía (8,23). Esto queda insinuado incluso en este pasaje, donde Pablo utiliza el título «Cristo», título con connotacio(-)nes escatológicas (-> Teología paulina, 82:51).
41 25.
a quien Dios exhibió: El sentido del vb.
proetheto no es claro y ha sido debatido desde la antigüedad. Podría significar «Dios lo destinó a ser...» (Orígenes, Lagrange,
NEB, Cranfield), es decir, se lo propuso a sí mismo al planear la salvación humana. Pero si se da más peso al prefijo
pro-, significaría «Dios lo exhibió», es decir, lo manifestó públicamente. Sería entonces una referencia, no tanto al plan divino de salvación, cuanto a la crucifixión (cf. Gál 3,1); así es entendido por Sanday-Headlam, Michel, Kasemann y F. F. Bruce, y resul(-)ta preferible debido a las demás referencias que se hacen en estos versículos a una mani(-)festación pública. En cualquier caso, la reden(-)ción es atribuida al Padre
(ho theos). como me(-)dio de expiación: Dios exhibió a Cristo en la cruz como
hilastérion. Si esta palabra gr. se en(-)tiende como un adj. mase., significaría «como expiatorio»; si se entiende como sustantivo neut., significaría «como medio de expiación». Pero, ¿en qué sentido? Aunque esa palabra se relaciona con el gr.
hilaskesthai, «aplacar», «propiciar» (a un dios encolerizado), ni el trasfondo del AT ni el uso paulino indican que
hi(-)lastérion tenga tal significado, bien testimo(-)niado en el griego clásico y helenístico. No significa «sacrificio propiciatorio» (pese a Cranfield,
Romans 201.214-18; -> Teología paulina, 82:73-74). En los LXX,
hilaskesthai hace referencia, o al perdón del pecado por parte de Dios, o a una eliminación ritual de la profanación cultual que impide la comunión de una persona u objeto con Dios. Puesto que
hilastérion es el nombre dado a la «sede de la misericordia» en el Santo de los Santos (Lv 16,2.11-17; -> Instituciones, 76:32), Pablo está diciendo, indudablemente, que Cristo crucifi(-)cado se ha convertido en la sede de la miseri(-)cordia de la nueva dispensación, en el medio de expiar (= borrar) los pecados que alejaron a los seres humanos de Dios,
por medio de la fe: Esta frase críptica, difícil de traducir, inte(-)rrumpe la exposición de Pablo. Él la añadió a la declaración heredada, y es crucial para su argumentación: aun cuando el aspecto más importante de la salvación cristiana es lo que Jesús hizo al morir y resucitar, de los benefi(-)cios de ello sólo se puede participar «por me(-)dio de la fe»,
para manifestar su rectitud: Ésta es la primera de dos declaraciones paralelas que revelan la finalidad de la cruz. La muerte expiatoria de Cristo hace pública la munificente absolución del Padre, y la rectitud hu(-)mana fluye de la rectitud de Dios mismo. Los esenios de Qumrán también atribuían la abso(-)lución de los pecadores a la rectitud de Dios (1QH 4,37; 11,30-31); de hecho, está enraizada en el AT mismo (Sal 143,1-2; Ésd 9,13-15; Dn 9,16-18). En la LQ es una absolución esperada para el
eschaton, pero en Pablo el acto absolu(-)torio ha tenido lugar en Cristo,
por la remisión de los pecados pasados: En esta difícil frase se utiliza
paresis, un término raro; los antiguos comentaristas lo entendieron como «remi(-)sión», un significado encontrado en el griego extrabíblico (BAGD 626) y preferido por Lietzmann, Kümmel y Kasemann. Según eso, la muerte de Cristo habría sido una demostra(-)ción de rectitud divina que perdonó los peca(-)dos cometidos en tiempos pasados -pecados que aguardaban su expiación en ese gran día de la expiación (cf. Hch 13,38-39; Heb 9,15)-. Numerosos comentaristas, sin embargo, pre(-)fieren traducir la frase «por haber pasado por alto los pecados pasados» (así
RSV, Barrett, Cranfield, Huby, Kuss, Michel). Este significa(-)do etimológico procede del vb. afín
parienai, «pasar por alto», «dejar estar», significado só(-)lo dudosamente atestiguado para el sustanti(-)vo. En este caso, la muerte de Cristo demos(-)traría la rectitud de Dios al cancelar los pecados, en contraste con la paciencia mos(-)trada previamente al pasar por alto los peca(-)dos humanos del pasado. Véanse W. G. Küm(-)mel,
ZTK 49 (1952) 165; J. M. Creed,
JTS 41 (1940) 28-30; para otra interpretación más complicada, pero menos convincente, véase S. Lyonnet,
Bib 38 (1957) 40-61;
Romains 83. 26.
(cometidos) en el tiempo de la paciencia de Dios: Aunque hasta la venida de Cristo los se(-)res humanos pecadores estaban sometidos a la ira de Dios (1,18), dicha ira no siempre se manifestó en el castigo del pecado, pues en realidad es escatológica. La tolerancia de Dios se basaba en su plan, según el cual él sabía que estos pecados serían expiados en la muerte de Cristo, que acontecería a su debido tiempo.
In(-)cluso la expiación de los pecados en la cele(-)bración anual del día de la expiación sólo te(-)nía sentido como prefiguración de lo que había de manifestarse con el derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz.
42 para demostrar su rectitud en el presen(-)te: El «ahora escatológico» (véase el comen(-)tario a 3,21) va emparejado con
kairos, «tiem(-)po (crítico)», como en 11,5. Este versículo contiene la segunda declaración acerca de la finalidad de la cruz de Cristo; surtió efecto no sólo en el pasado, sino también «ahora»,
(para mostrar) que es recto: Mediante la exhibición pública de Cristo, su Hijo, en la cruz, Dios jus(-)tificó su pretensión de ser quien absuelve y salva a su pueblo (Is 59,15-20). De ese modo puso a los seres humanos en una situación de rectitud, inocencia y absolución,
precisamente haciendo recto al que tiene fe en Jesús: Comen(-)taristas anteriores, que entendían
dikaiosyné theou de la justicia vindicativa de Dios, daban a menudo valor concesivo al ptc.
dikaiounta, «para ser justo, aun cuando justifica...». Esto suponía la exigencia de que Cristo muriera pa(-)ra satisfacer por los pecados humanos. El con(-)texto, sin embargo, parece estar contra tal in(-)terpretación. Pablo está diciendo, más bien, que la reciente intervención divina en la histo(-)ria humana demuestra que Dios es recto; in(-)cluso hace rectos a los seres humanos me(-)diante la fe en la muerte expiatoria de Cristo.
43 27-31. Polémicas consecuencias de la manifestación de la rectitud de Dios, en par(-)ticular el papel de la fe. Ningún ser huma(-)no puede jactarse de haber conseguido su salvación.
27.
¿en razón de qué principio?: Lit., « ¿mediante qué ley» se excluyen la jactancia y la confianza de los hombres en sí mismos? Pa(-)blo juega con la palabra
nomos. El judío podía jactarse de la observancia de la ley, pero Pablo descarta una «ley de las obras» y admite sólo una «ley de la fe», que en realidad no es ley en absoluto; de ahí la trad., «el principio de la fe» (-> Teología paulina, 82:90). 28.
es hecho recto por la fe: Véanse Gál 2,16; Flp 3,9. Éste es el principal fundamento de la justificación pauli(-)na. Los seres humanos no pueden jactarse, porque su rectitud ante Dios no es el fruto de un logro. En este punto, Lutero introdujo el adv. «sólo» en su trad. de 1522 («alleyn durch den Glauben»). Éste llegó a ser un tema importantísimo para la Reforma, pero no ca(-)recía de precedentes en la tradición teológica anterior (véanse Hilario,
Comm. in Matt. 8.6; PL 9.961; Ambrosiaster,
In ep. ad Rom. 3.24; CSEL 81/1. 119; Tomás de Aquino,
Expos. in I ad Tim. 1.3; Parma 13.588). ¿En qué medida esa tradición estuvo influenciada por Sant 2,24? ¿Querían decir lo mismo con eso Lutero y sus predecesores?
sin observar la ley: Lit., «sin las obras de la ley» (véase el comentario a 2,15). Pablo nunca negó la relación que guar(-)daban con la salvación las obras realizadas tras la conversión cristiana (véanse Gál 5,6; Rom 2,6; Flp 2,12-13; -> Teología paulina, 82:111); pero, debido a que a veces omite el gen.
nomou, su expresión adquiría un signifi(-)cado más genérico, «obras». Lo mismo pasó también, al parecer, en la Iglesia primitiva, pues Sant 2,24 representa una protesta, no contra la enseñanza de Pablo, sino contra una caricatura de ella a la que quedaba expuesta esa descuidada expresión (véase Reumann,
«Righteousness» §270-75.413). 29.
¿pertenece Dios a los judíos sólo?: Ningún judío habría negado que Yahvé era el Dios de todos los se(-)res humanos; pero, aunque su salvación era para todos, Israel gozaba de un trato de favor. Pablo saca partido de esa convicción para sus propios fines. 30.
sólo un Dios: Se señala que la única modalidad de salvación abierta a to(-)dos, igual judíos que griegos, tiene un origen monoteísta.
31.
¿anulamos la ley con (esta) fe?: Esta es la pregunta a la que en última instan(-)cia había que responder. Hay un sentido en el que el evangelio de Pablo «confirma» o «con(-)solida» la ley. Pablo dedicará el cap. 4 a expli(-)carlo y volverá sobre ello más tarde, en el cap. 10. En el presente texto,
nomos significa el AT entero. Al insistir en un único principio de sal(-)vación -la fey vincularlo con el único Dios, Pablo afirma el mensaje básico de todo el AT, v en particular el de la ley mosaica como tal, correctamente entendida.