Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Incertidumbre sobre el tiempo de la parusía, 5:1-11.
1
Cuanto al tiempo y momento preciso, no hay, hermanos, por qué escribir. 2
Sabéis bien que el día del Señor llegará como ladrón en la noche. 3
Guando se dicen: Paz y seguridad, entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores del parto a la preñada, y no escaparán. 4
Cuanto a vosotros, hermanos, no viváis en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como ladrón; 5
porque todos sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. 6
Por consiguiente, no durmamos como los otros, antes bien, velemos y vivamos sobriamente. 7
Los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 8
Pero nosotros, hijos del día, seamos sobrios, revestidos de la coraza de la fe y de la caridad y del yelmo de la esperanza en la salvación. 9
Que no nos destina Dios a la ira, sino a la salvación por nuestro Señor Jesucristo, 10
que murió por nosotros para que, en vida o en muerte, vivamos unidos a El. 11
Así, pues, consolaos mutuamente y edifícaos unos a otros, como ya lo hacéis. Esta perícopa es esencialmente práctica. Es posible que los tesalonicenses, a través de Timoteo, hubiesen preguntado expresamente a Pablo sobre el tiempo de la
parusía. Tal parece insinuar la fórmula cuanto al tiempo y momento preciso (v.1), muy semejante a no queremos que ignoréis, que introduce la naarracion anterior (cf. 4:13). Pablo, sin embargo, no da una respuesta directa. Afirma, sí, indirectamente que lo ignora (cf. v.2 y 10); pero en lo que directamente insiste es en la vigilancia y sobriedad con que debemos vivir, como soldados siempre en guardia, a fin de que ese día ignorado no nos coja de sorpresa. Es exactamente la misma doctrina que, referente a este punto
de la parusía, había inculcado ya Jesucristo (cf.
Mat_24:36-44;
Mat_25:13).
La expresión cuanto al tiempo y momento preciso (???? ?? ??? ?????? ??? ??? ?????? ), con que el Apóstol introduce la cuestión (v.1), era una fórmula más o menos ya estereotipada (cf.
Dan_2:21;
Hec_1:7), propia de la literatura escatológica, cuando se trataba de inquirir el tiempo en que el hecho tendría lugar 316. Pablo responde que de eso no es necesario escribir, pues saben bien que el día del Señor llegará como el ladrón en la noche., como los dolores del parto a la embarazada (v.2-3). Evidentemente ese
día del Señor está refiriéndose
a la parusía y juicio final (cf.
1Co_1:8;
2Co_1:14;
Flp_1:6;
2Te_2:2). Lo de saben bien indica que los tesalonicenses ya habían sido instruidos suficientemente en este punto durante su evangelización. En cuanto a las imágenes ladrón en la noche y dolores de parto, usadas ya por Jesús (cf.
Mat_24:43;
Jua_16:21), son muy frecuentes en el estilo apocalíptico, del que se consideran adorno obligado, y ciertamente muy aptas para expresar la incertidumbre y sorpresa de la venida del Señor y la necesidad de estar siempre preparados. Es posible que la segunda imagen, además de la idea de sorpresa, insinúe también la idea de dolor, con alusión a los grandes males que precederán esa venida (cf.
Mat_24:8).
Claro que la sorpresa será más bien para los impíos, quienes no piensan más que en los goces materiales (v.3; cf.
Mat_24:37). Respecto de los fieles, Pablo les pide que se comporten de manera que ese día no les coja de sorpresa (v.4), haciendo luego (v.5~7) una serie de consideraciones en que juega con las palabras tinieblas, luz, día, noche, dormir, velar, que de ordinario toma en sentido metafórico, pero a veces también propio, con no pequeña dificultad de interpretación concreta en algunos casos. Lo normal es que entienda por tinieblas y noche las tinieblas de la infidelidad con su cortejo obligado de vicios; y lo mismo se diga del término dormir, con referencia a la falta de fe y obras correspondientes (cf. v.6). Sin embargo, en el v.y, lo mismo el término dormir que el término noche se toman en sentido propio, aunque sobrentendiendo la misma idea moral de antes, como diciendo: aunque se puede dormir durante el día, pero la noche es su tiempo propio, lo mismo que para los excesos de la crápula; no es, pues, extraño que duerman (sentido metafórico) y se embriaguen los gentiles, pero sería extraño que lo hicieran los cristianos, que son hijos de la luz y del día. Estos términos luz y día (v.5) se contraponen a tinieblas y noche de antes, e indican la vida de fe con su floración de todas las virtudes; igual se diga del término velar (v.6), contrapuesto a dormir, y de la expresión vivir sobriamente (v.6-8), contrapuesta a embriagarse.
Para más recalcar la idea de vigilancia y sobriedad, San Pablo, valiéndose de imágenes tomadas de la vestimenta militar, describe la
panoplia o armadura espiritual de que debe revestirse el cristiano (v.8). Esta misma imagen, desarrollada con más amplitud, la encontramos en
Efe_6:11-17, y alusión a ella en
Rom_13:12. El motivo o acicate que nos debe alentar en este combate espiritual, es el saber que Dios no nos ha destinado a la ira con que castigará a los impíos (cf. i, i o;
Rom_5:3), sino que nos ha llamado a la salvación, y, consiguientemente, estará con nosotros en la adquisición de la misma (v.9). Ni se olvida el Apóstol de recordar a los tesalonicenses que, en este negocio de nuestra salvación, el mérito principal se lo hemos de agradecer a Jesucristo, que murió por nosotros para que, en vida o en muerte, vivamos unidos a El (v.10). Nótese la antítesis:
murió él para que vivamos nosotros, idea muy cara al Apóstol (cf.
2Co_5:14-15;
Gal_2:21). La expresión en vida o en muerte (???? ????? -????? ???? ?? &??????? ), literalmente ya velemos, ya durmamos, no parece que pueda referirse a velar o dormir en el sentido que tienen estos términos en los versículos anteriores, sino a pasar o no pasar por la muerte temporal, como en 4:16-17. San Pablo vendría a decir: lo importante
no es el vivir hasta la parusía o el morir antes, sino lo importante es el que, vivos o muertos cuando venga Cristo, hemos de vivir unidos a El (cf. 4:18). Con esto, el Apóstol, en la conclusión de lo referente
a la parusía, vuelve a la idea central de la narracion anterior. Y nótese que, mientras en 4:15 y 17 se había colocado en la categoría de los vivientes, aquí admite como posible, tanto para él como para sus lectores, el tránsito de la categoría de los vivientes a la de los muertos.
La conclusión final es que no hay motivos para inquietarse (v.11). Notemos la expresión edifícaos, imagen corriente en San Pablo y sumamente significativa: cada cristiano es un edificio en construcción
continua (cf.
Flp_3:12-16),
cuyo fundamento es Cristo y cuyas piedras que se van poniendo en el muro son las obras buenas de cada uno (cf.
1Co_3:9-12;
Efe_2:20-21), pudiendo no sólo contribuir a la edificación de nosotros mismos, sino también a la de los demás (cf.
Efe_4:12-15). A esa edificación se opone el escándalo, con que tratamos de quitar piedras del muro del prójimo (cf.
1Co_8:8-13).
Amonestaciones varias,1Co_5:12-22.
12
Os rogarnos, hermanos, que acatéis a los que laboran con vosotros presidiéndoos en el Señor y amonestándoos, 13
y que tengáis con ellos la mayor caridad por su labor. Vivid en paz entre vosotros. 14
También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que viven fuera de orden, alentéis a los pusilánimes, acojáis a los débiles y seáis sufridos con todos. 15
Mirad que ninguno vuelva a nadie mal por mal, sino que en todo tiempo os hagáis el bien unos a otros y a todos. ló Estad siempre gozosos, 17
orad sin cesar, 18
dad gracias a Dios por todo; pues tal es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto a vosotros. 19
No apaguéis al Espíritu, 20
no despreciéis las profecías; 21
pero examinadlo todo y quedaos con lo bueno. 22
Absteneos hasta de la apariencia de mal. San Pablo termina su carta dando a los tesalonicenses una serie de consejos que podemos distinguir en tres grupos: comportamiento con los superiores jerárquicos (v.12-13), en las relaciones mutuas (v.14-18), en las asambleas litúrgicas (v. 19-22).
Respecto del primer grupo, referente a los superiores jerárquicos, pide respeto y amor para con ellos, en atención al trabajo que se toman por la comunidad (v.12-13). San Pablo habla de los superiores en general, sin especificación alguna; pero es de suponer que esos superiores se correspondan con los obispos y diáconos, de que se habla en
Flp_1:1. Es importante señalar los tres términos con que designa sus funciones:
trabajar (por el bien espiritual de los fieles), presidir, amonestar. Por lo que toca a las relaciones mutuas, San Pablo recomienda sobre todo la paz y la caridad (v. 13^15), insistiendo también en la alegría, la oración y la acción de gracias (v. 17-18). Recomendaciones semejantes encontramos en otros lugares de sus cartas (cf.
Rom_14:19;
2Co_13:11;
Efe_5:20;
Flp_4:4-7). No está claro quiénes son esos fuera de orden (???????? ), a que se alude en el v.14. San Pablo vuelve a usar la misma expresión en
2Te_3:6-7. Lo más probable es que se trate de fieles que, ante la soñada inminente
parusía, no querían trabajar, llevando una vida ociosa, fuera del común orden social 317. Tampoco es claro si la expresión: tal es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto a vosotros (v.18), ha de referirse sólo a dad gracias por todo, que es lo que precede inmediatamente, o al conjunto de las tres recomendaciones: gozo-oración-acción de gracias. Quizás sea más probable esto último. Lo de
en Cristo Jesús trata de señalar o que
Dios nos ha manifestado su voluntad en Cristo y por medio de Cristo (así unos), o que quiere
nuestra santificación, no aisladamente, sino unidos a Cristo cabeza (así otros).
Finalmente, por lo que se refiere a los consejos para las asambleas litúrgicas, San Pablo recomienda: que no impidan a los carismáticos
la libre manifestación de lo que el Espíritu les inspira (v.19; cf.
1Co_12:7-11;
1Co_14:26-33); que, de modo particular, tengan en la debida estima las profecías (v.20; cf.
1Co_14:1-3), pero examinando antes todo y viendo si los que hablan son de verdad profetas o solamente ilusos (v.ai; cf.
1Co_12:3;
1Co_14:29;
Gal_1:8-9); que se abstengan de todo mal y de todo lo que se le parezca (v.22; cf. 2:3;
Rom_14:15;
1Co_8:13). Probablemente este último consejo, aunque enunciado en forma general, está aludiendo al justo discernimiento de los carismas, donde tan fácilmente pueden entrar las ilusiones y el error.
Epilogo,1Co_5:23-28.
Oración por los tesalonicenses,1Co_5:23-24.
23
El Dios de la paz os santifique cumplidamente, y que todo vuestro espíritu, vuestra alma y vuestro cuerpo se conserven sin mancha para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24
Fiel es el que os llama, y que también lo cumplirá. El Apóstol sabe muy bien que los tesalonicenses, con sus solas fuerzas, no podrán poner en práctica cuanto les ha venido aconsejando,
pues la santificación, dejada a salvo nuestra libertad, es obra principalmente de Dios. Por eso pide para ellos que Dios los santifique cumplidamente (??????? ???? ????????? ), de modo que en todo
su ser (espíritu-alma-cuerpo) se mantengan irreprochables, y así aparezcan luego cuando llegue el momento solemne de la
pa-rusía o segunda venida de Jesucristo (v.23).
Ni deben jamás desconfiar de Dios, pues es El quien les ha llamado a la fe y, consiguientemente, se ha como obligado a cumplir todo lo que sea necesario para llevar hasta su término esa primera llamada (v.24; cf.
Rom_4:20-21;
1Co_1:9;
Flp_1:6).
Aunque la idea general del pasaje, conforme acabamos de exponer, es clara, no así esa enumeración de espíritu-alma-cuerpo, en que el Apóstol descompone el ser del hombre (v.23). Es evidente que no pretende proponer ninguna teoría filosófica sobre si la constitución del ser humanoes unitaria o dicotómica o tricotómica; pero también es evidente que algo pretende indicar con esas tres palabras y que alguna diferencia establece entre el significado de cada una de ellas. La diferencia entre cuerpo y alma es fácilmente explicable; pero ¿en qué se diferencian el espíritu y el alma? Parece ser, a juzgar por el modo de hablar en otros muchos lugares de sus cartas (cf.
Rom_8:1-11;
1Co_2:13-15;
1Co_15:44-46;
Gal_5:16-17), que, para San Pablo, el espíritu y el alma son la misma realidad, aunque connotando aspectos diferentes. Esa parte más íntima y noble del hombre, contrapuesta al cuerpo, se llama [espíritu (?????? ) en cuanto principio motor
de acciones morales y campo de acción del Espíritu Santo (cf.
Rom_8:4-11) y se llama alma (???? ) en cuanto principio de vida sensitiva con su cortejo de pasiones y concupiscencias.
Ultimas recomendaciones y bendición final,Rom_5:25-28.
25
Hermanos, orad por nosotros. 26
Saludad a todos los hermanos con el ósculo santo. 27
Os conjuro por Jesucristo que esta epístola sea leída a todos los hermanos. 28
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Tres cosas pide San Pablo a los tesalonicenses: que rueguen por él (v.25; cf.
Col_4:3;
2Te_3:1), que se saluden con el ósculo santo (v.26; cf.
Rom_16:16;
1Co_16:20;
2Co_13:12), y que lean la carta públicamente (v.27). Esta última recomendación la hace con toda solemnidad y en nombre de Jesucristo. Ello es debido probablemente a que teme que surjan tergiversaciones y si dijo o dejó de decir esto o aquello. Que tenía razón en sus sospechas lo vemos por su segunda carta (cf.
2Te_2:2;
2Te_3:17).
La bendición final (v.28) es la acostumbrada en sus cartas (cf.
Rom_16:20;
1Co_16:23;
Col_4:18).
294 Que Timoteo, por encargo de Pablo, había realizado una visita a los tesalonicenses, no cabe duda (cf.
1Te_3:1-2). Sin embargo, no es claro si para esa visita partió de Atenas, adonde se habría juntado ya con el Apóstol, o, por el contrario, recibió el encargo estando todavía en Berea, cuando el Apóstol estaba en Atenas. De esta cuestión ya tratamos al comentar Act ? ?,? 5· 295 Cf. A. Deissmann,
Licht vom Oslen (Tübingen 1909) p.279-283, donde recoge los principales textos de papiros e inscripciones en que aparece el término parusía con este sentido técnico. Sabemos que esa parusía de los soberanos helenísticos era una fiesta emi- ' nentemente popular, cuidadosamente preparada y reglamentada. He aquí cómo se describe la preparación para la parusía del rey
átalo III (138-133 a. C.) en una ciudad del reino de Pérgamo: Al acercarse el soberano a la ciudad, todos los estefanóforos de los doce dioses. tomarán su corona, los sacerdotes y las sacerdotisas abrirán los templos de los dioses, esparcirán incienso, recitarán las oraciones rituales para que ahora y siempre sea dada al rey átalo. salud, victoria, poderío en la tierra y en el mar. Deben salir a su encuentro los antedichos sacerdotes y sacerdotisas, los estrategas, los arcontes y los vencedores de los juegos con las coronas que han ganado, el gimnasiarca seguido de los efebos y de los cadetes, el pedagogo a la
cabeza de sus niños, luego los ciudadanos y las mujeres y las jóvenes todas y todos los habitantes con vestidos blancos y con coronas. Será un día de fiesta. (Cf. W. Dittenberger,
Onentis Graeci Inscript., n.332:1:26-39). 296 Cf. L. Cerfaux,
El cristiano en San Pablo (Madrid 1965) p.12. 297 Gf. J. B. Orchard,
Thessaloníans and the Synoptic Gospels: Bibl. 19 (1938) 19-42; F. Spadafora,
L'escatologia in San Paolo (Roma 1957); J. renié,
L'eschatologie des deux építres aux Thess.: Div. Th. 40 (1937) 350-360; A. Feuillet, art.
parousie: Dict. Bibl.-Suppl., vol.6, 001.1362-1366; E. Cothenet,
La U ¿pitre aux Thess. et l'apocalypse synoptique: Redi. Sr. Relig. 42 (1954) 5-39- 298 Gf. Denz. n.2179-2081. 299 Refiriéndose a esta expresión paulina, dice San Agustín: lili quos hic viventes inven-turus est Christus,
quorum personam in se. transfigurabat apostolus
(De Civit Dei 20:20:2: PL 41:688). 300 Cf. O. Cullmann, Chríst
et le temps (Neuchatel 1957) ? .6? -62; ? . ??????, ¿Resurrección
al final de los tiempos o
inmediatamente después de la muerte?: Goncil. (1970) IV, p. 103-105; J. Alonso Díaz,
La resurrección corporal en el ? . ? .: Est. Bibl. 32 (1973) 43-56. 301 Cf. L. Cerfaux.
El cristiano en San Pablo (Madrid 1965) p.ióo. 302 Cf. J. Dupont, ??? ?????? .
L'unión avec le Christ suivant S.
Paul (París 1952) p.iSs. Insistiendo en ese cambio que se habría operado en San Pablo, escribe M. Goguel: Si morir es para el fiel
estar en Cristo, como se dice en
Flp_1:21-23, no puede ser al mismo tiempo entrar en la nada provisional de la tumba, para no salir sino en la parusía. Ninguna habilidad dialéctica podrá armonizar estas dos escatologías. La primera es una herencia del apocalipsis judío, mientras que la segunda deriva de la experiencia mística del Apóstol (M. goguel,
La naissance de Christianisme [París 1946] p.298). 303 A este respecto, creemos muy acertado lo que escribe Cerfaux: Eftá de moda hablar de la visión
sintética que los semitas tenían del hombre. y, por tanto, que Pablo, hebreo e hijo de hebreos, no podía concebir una parte superior del hombre, distinta del cuerpo, a la que llamará
inteligencia (voOs) con Platón y
espíritu (?????? ) con los Estoicos. Desde luego, nadie pretende sostener que el Apóstol fuera
dualista a la manera de los griegos platonizantes; pero. viviendo en un medio penetrado de las concepciones del dualismo griego, con las esperanzas del más allá que llevaban consigo, ¿cómo un espíritu tan desembarazado y que quiere ser griego con los griegos no había de experimentar su influencia?., Precisamente la línea de pensamiento platonizante que hemos ya advertido en sus confidencias sobre el
hombre interior (cf.
2Co_4:16-18), le proporciona también ahora (
2Co_5:6-8) las palabras necesarias para pintarse una vida futura independiente de la resurrección material. La existencia después de la muerte no depende del cuerpo: el hombre interior, la verdadera personalidad, sostenido por el amor y el poder de Cristo, subsistirá después de la muerte, aguardando todavía conscientemente la venida gloriosa. De esta manera San Pablo se desentiende de la estrechez de la concepción del judaismo para abrazar, en un momento de intensa iluminación intelectual, la perspectiva del dualismo griego. Adoptó, precisó, cristianizó la sabiduría de los antiguos (L. cerfaux,
Itinerario espiritual de San Pablo [Barcelona 1968] p.111 y 115)· 304 Cf. S. Lyonnet,
Les etapes de l'histoire du salut selon Vépítre aux Romains (París 1969) p.21o. Puede verse también: P. Hoffmann,
Die Toten tn Chrtstus (Münster 1969) p.296-301. 305 Cf. J. Dupont,
L'aprés-mort dans Voeuvre de Lúe: Rev. Theol. de Louv. 3 (1971) 3-21. 305* La exposición que acabamos de hacer trata de reflejar con la mayor fidelidad posible el pensamiento de Pablo sobre la
parusía, pensamiento que evidentemente está encuelto en formas ? categorías
espacio-temporales: dos venidas de Cristo, resurrección corporal al final de los tiempos, juicio universal, transformación del cosmos. Es sabido, sin embargo, que no pocos autores actuales, apoyándose en la filosofía como hermenéutica, dicen que todo ese montaje escatológico en formas espacio-temporales, que procede de la apocalíptica judía, debemos trasladarlo a nuestro lenguaje; y en nuestro lenguaje no hay razón para el desdoblamiento de un juicio particular y un juicio universal; tampoco es necesario distinguir dos venidas de Cristo al mundo. La muerte de cada hombre, lo mismo que su resurrección, serían contemporáneas en la
duración crística de la muerte y resurrección del mismo Señor. Esos conceptos de venida, resurrección, glorificación, transformación del cosmos, vistos desde la perspectiva del tiempo, pueden estar separados por distancias largas de siglos o milenios; pero en el ritmo del tiempo de Cristo son
momentos inmediatos en los que va desembocando la historia humana (J. Losada,
Escatología y mito: Est.Bibl. 28, 1969, p.94-95). 306 Las palabras ante nuestro Dios y Padre (v.3), que en nuestra traducción hemos unido a haciendo sin cesar. memoria (??????????? ????????????? ), otros prefieren ponerlas al final del versículo, con referencia a las tres virtudes teologales ahí mencionadas, practicadas bajo la mirada de nuestro Dios y Padre. Sería un nuevo aspecto de la unión de los tesalonicenses con Dios, a que se hizo referencia en el v.1: mientras en el v.1 se consideraba a Dios como algo en que los tesalonicenses estaban sumergidos, aquí es considerado como un Padre que mira constantemente a sus hijos y les ayuda poderosamente en sus dificultades. Grama-ticalmente, ambas interpretaciones son posibles. 307 La frase no fue ???? (???? ) podría de suyo interpretarse en el sentido de que la predi -cación de Pablo en Tesalónica no había sido sin fruto (cf. 3:5); sin embargo, parece más en consonancia con el contexto darle el sentido, también posible, de desprovista de fuerza o valor (cf.
1Co_15:10). 307* claro qué quiera significar el Apóstol al decir que su predicación no procedía
de concupiscencia (?? ????????? ). Bastantes autores (Buzy, Amiot, Rigaux) creen que alude a la impureza o licencia sexual, que es el significado ordinario de la palabra (cf.
Rom_1:24;
2Co_12:21,
Col_3:5), dando a entender que sus doctrinas no favorecían las pasiones carnales, como a veces otras religiones. Sin embargo, más bien parece (Knabenbauer, Steinmann, Toussaint) que en este contexto (cf. v.5-6) hemos de dar a la palabra concupiscencia un sentido general, significando toda clase de motivos no confesables, como lucro, ambición, vanagloria, etc. 308 En lugar de pequeñuelos (?????? ), algunos códices tienen mansos (????? ). Parece que debe preferirse la lección ?????? , más apoyada en los códices, cambiada por algún amanuense en ?????? , para evitar la incoherencia de imágenes que resulta de que el Apóstol se llame pequeñuelo y nodriza en un mismo versículo. Sin embargo, la incoherencia y cambio rápido de imágenes es muy del estilo de San Pablo. Poco después, en el v.1 i, se compara a un padre. 309 Esta última expresión alude al orgullo de los judíos, con desprecio para todos los demás, resultándoles odioso que el reino mesiánico no fuese en adelante monopolio suyo. Es la misma idea, en el fondo, que expresa también el historiador romano Tácito: Apud ipsos fides obstinata, misericordia in promptu; sed adversus omnes alios, hostile odium
(Hist. 5:5). 310 Es interesante hacer notar que el verbo dirigir (v.1 i), cuyo sujeto es Dios Padre y Jesucristo, va construido en singular (????? ^???? ), teniendo aplicación también aquí lo que ya dijimos al comentar 1:1, de que ninguna manera mejor, en lo que puede hacerlo una fórmula literaria, para expresar la unidad sustancial de Padre e Hijo. 310 * Donde nosotros, siguiendo a gran número de autores (Knabenbauer, Zorell, M. Sales, Vosté), hemos traducido su mujer (v.4), traducen otros su cuerpo, con referencia a que el cristiano debe conservar puro su cuerpo, sin dejarse arrastrar por la concupiscencia. Desde luego, la expresión paulina no es clara. El Apóstol no dice mujer ni cuerpo, sino ?????? que literalmente significa
vaso, instrumento. Pero ¿cuál es el sentido real? No negamos que el término ?????? es usado con frecuencia para designar el cuerpo, considerado como instrumentó o vaso que aprisiona al alma; y el mismo San Pablo parece usar este lenguaje (cf.
2Co_4:7). Sin embargo, la frase toda: adquirir su propio cuerpo (?? ??? /??? ???? /os ???? 3?? ), resultaría muy extraña. Más obvio parece darle el sentido de mujer, frecuentemente designada con este término, que corresponde al hebreo
keli en la literatura rabínica. Valga este testimonio: Dixit Asuerus:
vas (= uxor) quo ego utor nec medicum nec persicum est.
(Me-gilla lib. Esther 1:11). También San Pedro usa el término ?????? en el mismo sentido (cf.
1Pe_3:7), De esta forma, el verbo adquirir (???? 3?? ) conservaría su propio significado: adquirir mujer, es decir, casarse. El consejo sería muy parecido al de
1Co_7:2 : para evitar la fornicación, que cada uno tenga su propia mujer, con la cual viva santa y honestamente. Tampoco es del todo clara en el texto griego la expresión del v.6: que en esta materia ninguno haga injuria a su hermano (?? ?? ??????????? ??? ??????????? ?? ?? ???????? ??? ??????? ????? ). Literalmente habría que traducir: que ninguno atrepelle ni, llevado de la codicia (para abundar más que él), engañe a su hermano en el negocio. Hay quienes creen que el Apóstol, con esta recomendación, se refiere a la probidad en los negocios, sin injusticias ni trampas, vicio que seguramente estaba bastante extendido en Tesalónica, ciudad de fuerte movimiento comercial. De suyo, ése es el sentido corriente de ??????????? , como vemos en
2Co_7:2 y 12:17, usado por San Pablo para decir que nunca, con pretexto de la predicación del Evangelio, ha tratado de enriquecerse a expensas de nadie.^ Sin embargo, en este contexto parece claro que se alude al negocio o materia de que se viene hablando, es decir, a la lujuria, dado que todo el pensamiento tiende a la impureza lujuriosa del v.7 (cf. P. rossano,
De concepta p/eonexia in ? . T.: Verb. Dom. 32 (iQ54) 257-265). 312 En el texto griego, solamente en el v.16 usa San Pablo la palabra muertos (?????? ); en Jos demás versículos (13.14.15) usa siempre los que se durmieron (??? ?????????? . ??? /s ????? 3????? ). El verbo dormir, para significar la muerte, es corriente en la Escritura (cf.
Gen_47:30;
2Sa_7:12; Jn ?
2Sa_1:1? ;
Hec_7:6o), y muy conforme con el dogma de la resurrección. Sin embargo, sería urgir demasiado las cosas querer probar el dogma de la resurrección por la sola palabra durmientes; pues esta metáfora
la encontramos también en los autores paganos, sin que haya indicio alguno de que con ella intentasen expresar su esperanza en la resurrección (cf.
Iliada 16:681-683;
Eneida 6:278). 313 La fórmula muertos en Cristo (v.16), para indicar la muerte de los justos, unidos a Cristo por la fe y la caridad, es normal. Sin embargo, es de notar que en el v.14 literalmente no se dice los que durmieron
en Jesús, sino
por Jesús (??? /s ??????????? ??? ??? ????? ); Se trata de una frase elíptica, cuyo sentido, desarrollada la fórmula, sería: los muertos
y resucitados por (??? ) Jesús los llevará Dios con El, es decir, con Jesús. Quiere dar a entender el Apóstol que la muerte de los justos no es algo estático, sino que Jesús seguirá actuando en ellos, como la vid en el sarmiento, hasta que los lleve a la resurrección gloriosa. Puede pues, decirse que es causa de nuestra muerte; no de la muerte en general, sino de
tal muerte, a la que se debe una resurrección gloriosa, precisamente en virtud del influjo y acción de Cristo. Creemos menos probable la opinión de algunos autores, como Prat y Bover, que suprimen la dificultad uniendo ese por Jesús, no con los que se durmieron, sino con el verbo llevará. Gramaticalmente ello sería posible; pero, además de que destruiría el paralelismo con muertos en Cristo del v.16, resultaría una redundancia decir que Dios
por mediación de Jesús llevará
con El (con Jesús) a los justos. 314 El Apóstol lo da como palabra del Señor (?? ???? ?????? ), es decir, que no se trata de doctrina o elucubración humana, sino de algo revelado por Dios. El concretar más es difícil. Algunos autores hablan de revelación hecha por Cristo y conservada en la tradición escrita (cf.
Mat_24:30;
Jua_6:39-40); otros hablan de un
agraphon, como en
Hec_20:35; otros creen que se trata de una revelación especial hecha a Pablo, de quien sabemos que tuvo tales revelaciones (cf.
1Co_15:51;
2Co_12:4;
Gal_1:12). Lo cierto es que lo da como palabra del Señor y, por tanto, perteneciente al depósito revelado (cf.
1Ti_6:20). No está claro, sin embargo, si Pablo está mirando al hecho mismo de la resurrección o incluye también directamente esa consecuencia que aquí deduce, es a saber, que los muertos no estarán en peor condición que los que se hallen en vida. 315 No se da el nombre del arcángel. Quizá se aluda al arcángel Miguel, inspirándose en
Dan_12:1 (cf.
Jud_1:9). Pero, como el texto griego no lleva artículo (?? ???? ?????????? ), es dudosa la identificación. 316 Como advierte F. Zorell
(Lex. gracc. ? . ? ., ? . ?????? ) los términos ?????? y ?????? fere ita differunt ut
locus [determinatus] a
spatio [indeterminato aut inmenso]. En nuestro caso, ?????? indicaría tiempo en general (qué época o período), mientras que ?????? indicaría tiempo concreto y determinado (qué día y fecha). Añadamos, por lo que respecta a ?????? , que este término es el que suele emplearse en el uso profano para designar la ocasión particularmente
propicia para una determinada empresa, lo que en lenguaje moderno llamaríamos el día J. Generalmente es en virtud de consideraciones humanas cómo un momento determinado nos parece particularmente propicio para la realización de tal o cual proyecto, convirtiéndose en un ?????? . En ese sentido dice Félix a Pablo: cuando llegue el momento (?????? ) ya te llamaré (
Hec_24:26). Pues bien, con referencia a la historia de la salud, el Nuevo Testamento sigue usando este término en el mismo sentido, pero con esta diferencia: no son las apreciaciones humanas, sino un decreto divino el que hace de tal o tal fecha un ?????? , y esto en vista de la realización del plan divino de salud (cf. O. Cullmann, Christ
et le temps [Neuchátel 1957] p.27-28). 317 En su origen, el término ??????? parece que fue una voz de la terminología militar, y designaba al soldado que en las filas no está en el puesto (????? ) que se le señala, manteniéndose fuera de orden. Para este pasaje paulino, la interpretación tradicional ha sido la de revoltoso ? inquieto, como traduce la Vulgata latina. Sin embargo, como resulta de los papiros griegos recientemente descubiertos, donde con frecuencia encontramos ese término, parece que en los tiempos de San Pablo más bien significaba perezoso, que no quiere trabajar, que es el sentido que le hemos dado nosotros, y que cuadra perfectamente con el que tiene en
2Te_3:7. Es probable que los pusilánimes (que se abaten fácilmente ante los contratiempos) y los débiles (flacos en la fe: cf.
Rom_14:1) se refieran a los mismos fuera de orden de antes, quizá demasiado abatidos por sus muertos y por el retraso de la
parusía, con peligro de flaquear en la fe. Con ello damos unidad a estas recomendaciones, que parecen tan dispares.