Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Salmo 26 (Vg 25): Oración Confiada del Justo.
E l salmista, en un momento grave de su vida sea por hostilidad de los enemigos o por efecto de una enfermedad ,
pide a Dios que le salve del peligro. Seguro de su inocencia, ruega a Yahvé que examine escrupulosamente
su conducta para comprobar su fidelidad total a la Ley divina (1-3). Nunca ha querido tomar parte con los impíos (4-5), y, por otra parte,
ha participado activamente en las solemnidades litúrgicas (6-8). Por todo ello espera verse libre de una muerte prematura, lo que en su mentalidad sólo puede tener lugar como castigo por los pecados (9-10). Finalmente,
hace promesa de continuar su adhesión a la ley divina, con lo que está seguro de ser atendido en su oración.
Conforme a la indicación del título, el salmo es de David; algunos autores suponen que habría sido compuesto con motivo de alguna epidemia o calamidad pública 1. Como el salmista no atribuye a los impíos veleidades idolátricas, parece que vive en tiempos posteriores al exilio. Por otra parte, sus sentencias y afirmaciones tienen una marcada relación con la doctrina de los profetas; todo ello parece insinuar un origen post-davídico 2.
Conciencia de fidelidad a Yahvé (1-2).
1
De David. Hazme justicia, Yahvé, porque yo he andado en integridad y he confiado en Yahvé sin vacilar. 2
Ponme a prueba, ¡oh Yahvé! y examíname, acrisola mis ríñones y mi corazón. El salmista está seguro de no morir, porque tiene conciencia de ser inocente ante su Dios, y, por otra parte,
siempre ha confiado en la justicia divina. Su
integridad en el obrar y su confianza ciega en Yahvé son la mejor garantía contra todos los peligros. Pero quiere que se le
haga justicia y reconozca su virtud,
lo que implicaba necesariamente la protección divina. Ansia que la justicia divina se manifieste abiertamente en favor del justo y contra el impío, para que quede clara
la vindicación de los caminos de Dios. Consciente de su inocencia,
invita a su Dios a que le examine atentamente en lo más íntimo de su ser. Enfáticamente pide que le
examine, le
pruebe y le
acrisole. Estas afirmaciones, que pudieran reflejar jactancia y orgullo, expresan, sobre todo, su íntima convicción de inocencia. En el salmo anterior pedía perdón por sus faltas de la mocedad; aquí no se alude para nada a este sentimiento de penitencia. Los
ríñones y el
corazón son en la mentalidad del salmista el asiento de la inteligencia y de los afectos:
el mundo del espíritu y el de las pasiones 3. El salmista invita a Yahvé a que explore cuidadosamente todo este complicado mundo para ver
si hay algo pecaminoso.
Apartamiento de los impíos (3-5).
3
Porque tengo ante mis ojos tu benevolencia y ando en tu verdad. 4
No me siento con hombres falsos ni me acompaño de los fingidos. 5
Aborrezco el consorcio de los malignos, y con impíos no me siento.
Deseoso de probar su inocencia, declara que su vida siempre ha discurrido conforme a los postulados de la
benevolencia y la
verdad o fidelidad divinas. En realidad
sabe que Dios se conduce por imperativos de su benevolencia para con los justos, y por eso se atreve a invitarle a hacer ??
examen de su conducta. Ante todo evita, la compañía de los perversos, hipócritas y desleales. La sociedad se divide en grupos buenos o malos, y el salmista declara que procura separarse
de los que viven fuera de la ley divina4.
Celo por la casa de Dios (6-8).
6
Yo lavaré mis manos en la inocencia y andaré en derredor de tu altar, ¡oh Yahvé! 7
haciendo resonar cantos de alabanza y pregonando todos tus prodigios. 8
¡Oh Yahvé! yo amo la morada de tu casa, el lugar en que se asienta tu gloria. Después de declarar negativamente su buena conducta al separarse de los que viven fuera de la Ley de Dios,
afirma su fidelidad asidua al culto de Yahvé en el templo. Lava las manos en la inocencia, no sólo manteniéndolas ritualmente puras 5, sino también en sentido moral, practicando el bien con el prójimo. Además
tiene la fidelidad al culto, dando vueltas procesionales en torno al altar y tomando parte en el canto litúrgico. Según la
Mishna, los siete días de las fiestas de los Tabernáculos se hacía un giro procesional en torno al altar 6; quizá el salmista alude a este rito. Probablemente el salmista era de la clase levítica, que tenía un particular acceso al altar7; como tal,
tiene una especial predilección por la casa de Yahvé, en la que reside su gloria o manifestación gloriosa 8.
Súplica de salvación (9-12).
9
No juntes con los pecadores mi alma, ni mi vida con los sanguinarios, 10
en cuyas manos hay crímenes, cuyas diestras están llenas de sobornos, 11
Yo, por el contrario, marcharé en mi integridad; rescátame, Yahvé! y séme propicio. 12
Ya están mis pies en tierra firme. Bendeciré en la asamblea a Yahvé. Según la mentalidad viejotestamentaria, los malvados son presa de una muerte prematura 9; por eso aquí el salmista pide encarecidamente a Yahvé que no le iguale en la suerte con los
pecadores, dignos de un fin trágico. Estos son asesinos que tienen las manos manchadas en sangre, y, además, se dan al soborno para hacer valer sus pretendidos derechos, pervirtiendo la justicia 10. Frente a esta conducta criminal,
el salmista resalta su integridad moral, permaneciendo fiel a los preceptos divinos. Sin embargo, se siente en un peligro de muerte, y pide a Dios que le
rescate y sea propicio,
respondiendo a sus oraciones. En el contexto no se insinúa aquí que sea objeto de persecución de los enemigos, como en otros salmos.
Después de la súplica de salvación, el salmista declara abiertamente que se siente seguro, pues sus
pies están en tierra firme, la de las plomeas divinas a los justos, Seguro de la justicia divina, da por
descontada su salvación del peligro en que se halla, y promete, como en otros casos similares de los salmos,
dar gracias a Yahvé en la asamblea pública del pueblo cuando se halle reunido con motivo de alguna festividad litúrgica 11.
1 Cf.
Sal_28:1. 2 Así Podechard, O.C., I 128. 3 Cf.
Sal_7:9;
Sal_11:4. 6
Mis/jná,
Sukka IV,5. 7 Cf.
Eco_50:11-13. 4 Cf. Sal i,i;Prov i,ios. 5 Cf.
éxo_20:17-21. 8 Cf.
Exo_16:10;
Sal_24:7-10;
Sal_85:10; Es.
44:4- 9 Cf.
Sal_5:7;
Sal_7:17;
Sal_28:3;
Sal_31:18;
Sal_36:12;
Sal_37:2.35;
Sal_52:7-8;
Sal_54:6-71Sal_55:23-24;
Sal_73:18-19. 10 Cf.
Deu_27:25; Sam 8:3;
Eze_22:12. 11 Cf.
Sal_7:18;
Sal_13:6;
Sal_22:23-53.