Deuteronomio  23, 3-5

Ningún amonita ni moabita entrará a la congregación de Yahweh; jamás entrará; aun la décima generación jamás entrará a la congregación de Yahweh, por no haberles ellos ofrecido pan y agua en el camino cuando salieron de Egipto, y por haber alquilado contra ti a Balam, hijo de Beor, de Petor en Aram-nahrín, para que te maldijera; pero Yahweh tu Dios no quiso escuchar a Balam, sino que Yahweh tu Dios convirtió las maldiciones en bendiciones, porque Yahweh tu Dios te ama.
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