Ezequiel  3, 22-23

Y vino allí sobre mí la mano de Yahweh, y me dijo: Levántate, sal a la llanura, pues allí hablaré contigo. Entonces me levanté y salí a la llanura, y la gloria del Dios de Israel estaba allí, como la gloria que miré junto al río Quebar, y caí sobre mi rostro.
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