Genesis 6, 13-22

Y dijo Dios a Noé: A mi presencia ha llegado el fin de toda carne, porque la tierra se llenó de iniquidad de delante de ellos. He aquí, yo los destruiré juntamente con la tierra. Harás, pues, para ti, un arca de madera de acacia; le harás compartimentos al arca y calafatearás el exterior y el interior con brea. Así la harás: la longitud del arca será de trescientos codos, su anchura de cincuenta codos y su altura de treinta codos. Harás ventanas para el arca y las pondrás a un codo de su orilla superior; harás la puerta del arca en su costado; la harás con piso inferior, segundo y tercero. He aquí que yo traeré sobre la tierra un diluvio para destruir toda carne que está debajo del cielo en la cual hay aliento de vida, y todo lo que hay en la tierra perecerá. Sin embargo, contigo estableceré mi pacto; y entrarás al arca tú, y contigo tus hijos, tu esposa y las esposas de tus hijos. También de todo lo que vive, de toda carne, meterás un par de cada uno al arca contigo para que sobrevivan; serán machos y hembras. De las aves según su especie, del ganado según su especie y de todos los reptiles de la tierra según su especie, un par de cada uno entrarán contigo para que sobrevivan. Llevarás para ti de todo alimento que se come y lo almacenarás contigo, y servirá de alimento para ti y para ellos. E hizo Noé todo lo que Dios le mandó; así lo hizo.
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