Lucas 2, 22-24

Al cumplirse los días de la purificación de ellos según la ley de Moisés, trajeron al niño a Jerusalén para presentarlo ante Yahweh (tal como está escrito en la ley de Yahweh: “TODO VARÓN QUE ABRA MATRIZ SERÁ LLAMADO SANTO DE YAHWEH”), y para ofrecer sacrificio según lo declarado en la ley de Yahweh: “UN PAR DE TÓRTOLAS O DOS PALOMINOS”.
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